El Gobierno británico ha publicado el informe final de su investigación interna de las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia y por las cuales la policía ha emitido 126 multas, incluida una al primer ministro, Boris Johnson, por celebrar su cumpleaños con compañeros de trabajo. El documento revela todo tipo de detalles sobre estas fiestas que acabaron a altas horas de la madrugada, “con vino por las paredes”, “borracheras” y asistentes saliendo por la puerta de atrás para no ser cazados por los periodistas.
Todos estos encuentros se celebraron en plena pandemia, cuando se pedía a los ciudadanos que se quedaran en casa y que limitasen al máximo los encuentros con otras personas. “Un trabajador de la limpieza acudió a la habitación a la mañana siguiente y vio vino tinto derramado en una pared y en varias cajas de papel”, señala el informe sobre una fiesta celebrada el 18 de diciembre de 2020. Tres días antes se celebró otra fiesta: “Un miembro del Número 10 [de Downing Street] envió un mensaje interno hablando de 'borrachera' y recomendando al personal salir por la puerta de atrás. El oficial dijo que lo hizo para evitar que fuesen fotografiados”.
El documento incluye también el correo del secretario privado de Johnson convocando a otra fiesta en la que pide a los invitados que traigan “su propio alcohol”. “La rueda de prensa [sobre la COVID] terminará alrededor de esa hora, por lo que está bien que la gente lo tenga en cuenta para que no se pasee con botellas de vino, etc”, contestó otro miembro del Gobierno. Reynlods contestó: “Haré lo que pueda”.
“Hubo un exceso de consumo de alcohol por parte de algunos individuos. Una persona se puso mala. Hubo un pequeño altercado entre otras dos personas”, señala el informe sobre otra de las fiestas celebrada en junio de 2020. En aquel momento, por ejemplo, estaban prohibidas las reuniones de dos o más personas en interiores y de más de seis en exteriores.
El documento, aporta nuevas fotografías de las fiestas en cuestión, destaca los “fallos de liderazgo y juicio en el Número 10 y en la Oficina del Gabinete”. “A los actos que investigué asistieron dirigentes del Gobierno. Muchos de estos eventos no deberían haber sido permitidos. También se da el caso de que algunos de los funcionarios de menor rango creían que su participación en algunos de estos actos estaba permitida dada la asistencia de altos dirigentes. Los altos dirigentes del centro, tanto políticos como oficiales, deben asumir la responsabilidad por esta cultura existente”, señala la autora del informe, Sue Gray.
El primer ministro se ha dirigido en el Parlamento al resto de los diputados sobre el informe. “Algunos de estos encuentros duraron mucho más de lo necesario”, ha afirmado. “Claramente violaron las normas. No tuve conocimiento porque no estuve allí. Estoy decepcionado como cualquier otra persona de esta Cámara y horrorizado por algunos comportamientos, especialmente en relación al trato con el personal de limpieza y seguridad. Me gustaría pedir disculpas a esos trabajadores”, ha añadido.
“Cuando vine aquí y dije que todas las normas se habían cumplido, es lo que en ese momento pensaba que era la verdad”, ha dicho Johnson, que ha afirmado que su presencia en algunas de esas fiestas fue breve y que no supo lo que ocurrió en ellas después de marcharse. “Hemos aprendido la lección”, ha añadido.
Gray aclara en el informe: “Aunque no hay excusa para algunos de los comportamientos aquí expuestos, es importante reconocer que los más jóvenes asistieron a encuentros en los que sus superiores estaban presentes o incluso organizaban. No me cabe duda de que habrán aprendido de esta experiencia y, aunque esto no es asunto mío, espero que se tenga en cuenta a la hora de considerar cualquier acción disciplinaria”.