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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Los insurgentes rohingyas en Birmania declaran un alto el fuego temporal para permitir la asistencia humanitaria

EFE

Bangkok —

El grupo insurgente rohingya que atacó a finales de agosto una treintena de puestos gubernamentales en Myanmar –el oeste de Birmania– ha declarado este domingo un alto el fuego durante un mes para permitir la entrada de asistencia humanitaria. Al menos 290.000 rohingyas, a quienes el gobierno birmano no reconoce la ciudadanía, han huido a Bangladés de la violencia desatada en el estado Rakhine (antiguo Arakán) desde el pasado 25 de agosto. Las autoridades han respondido tras conocerse el anuncio: “No negociamos con terroristas”.

Ese día, un millar de combatientes pobremente armados del Ejército de Salvación Rohinya de Arakan (ARSA) asaltó las posiciones oficiales ubicadas en varios municipios con la frontera con Bangladés. El Ejército birmano respondió con una campaña de seguridad que hasta la fecha ha provocado al menos 414 muertos, la mayoría rohingya, según cifras oficiales, aunque el número podría ser mucho más abultado apuntan organizaciones independientes.

Otras 30.000 personas, entre budistas, hindúes y musulmanes, también han tenido que abandonar sus hogares y se encuentran en centros de desplazado internos asistidos por las autoridades. Desde el inicio de los enfrentamientos, el ARSA y las Fuerzas Armadas se intercambian acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos.

“ARSA urge al Gobierno birmano a responder a la pausa humanitaria con el cese de las operaciones de ofensiva militar y a participar en la asistencia de víctimas cualquiera que sea su etnia o religión en todas las áreas en conflicto”, apunta el comunicado publicado este sábado en Twitter.

Se estima que más de un millón de rohingyas vivían en Rakhine víctimas de una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012, que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 de ellos confinados en 67 campos de desplazados.

Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía a los rohingya, ya que les considera inmigrantes bengalíes, y les impone múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos. Hasta el domingo por la mañana, ni Gobierno birmano ni Ejército han anunciado su posición frente a la tregua unilateral del ARSA.