Claudia Salerno Caldera está camino de cumplir cuatro años como embajadora de Venezuela ante la Unión Europea, y seguramente sea ahora cuando esté viviendo los momentos más tensos con las instituciones comunitarias y los países que las integran. La UE está exigiendo elecciones a Nicolás Maduro, a quien no le reconocen la victoria electoral de mayo pasado, mientras que una veintena de países europeos directamente reconocen al autoproclamado Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela.
Salerno había sido previamente responsable de la cartera de Cambio Climático dependiente de Asuntos Exteriores en el Gobierno venezolano, y como tal protestó alzando su mano derecha sangrando en la cumbre del clima de Copenhague en 2009, cuando los países del ALBA se negaron a suscribir un acuerdo contra el cambio climático precocinado por EEUU: “¿Un país soberano tiene que hacer sangrar su mano para levantar un derecho de palabra? Esta mano que sangre quiere hablar, y tiene tanto derecho como lo que llaman ”un grupo representativo de líderes“.
Salerno ahora protesta contra otro asunto que también considera precocinado: el ungimiento de Juan Guaidó como líder de Venezuela por parte de EEUU y buena parte de la UE.
Este jueves se reunió en Uruguay el grupo de contacto impulsado por la UE, y se aprobó una nueva declaración que reclama elecciones presidenciales en Venezuela. ¿Cómo lo han recibido?
Ahora mismo hay dos iniciativas que siguen vivas y Uruguay está en los dos sitios. Uno es el grupo de contacto de la UE [que incluye a Ecuador, Uruguay, Costa Rica y Bolivia] y otro es el Mecanismo de Montevideo [que incluye a México y los países del Caribe]. Son completamente diferentes, con metodologías distintas y propósitos similares: unos piensan que la solución es una [la exigencia de elecciones], y otros que no puede ser forzada ni con plazos.
La ventaja del Mecanismo de Montevideo es que la agenda es amplia y se establecen etapas para un proceso de diálogo en el país. El presidente Maduro ya respondió a favor al mecanismo de Montevideo, remitió una carta al Vaticano para que se involucrara, pero desde una perspectiva regional: nadie mejor que la región, sobre todo el Caribe, sabe que cualquier cosa que pase con Venezuela va a afectar a todos.
Europa piensa que la región son los grandes ejes económicos con los que tienen intereses, pero no es así, la región involucra a más países, al Caribe, que tienen tanto peso como cualquier otro. Además, han sufrido intervenciones de manera directa en el pasado y han visto correr su sangre por culpa de los poderosos. Hay que evitar un escenario de conflicto.
La UE ha puesto un plazo para las elecciones.
La UE está aislándose en su posición extrema con el grupo de Lima y Donald Trump: quieren derrocar al Gobierno legítimo y promover un cambio de régimen. Ya lo hicieron en otras zonas del mundo, no es una paranoia venezolana, es la receta libia aplicada sin disfraz ni vergüenza, con unas prisas y unos plazos que sólo se corresponden con sus plazos de elecciones europeas. Los 90 días de los que hablan casualmente coinciden con la campaña para las europeas.
Han decidido hacer campaña política con la sangre del pueblo venezolano, es vergonzoso.
Pedro Sánchez fue el primer gobernante europeo que reconoció a Juan Guaidó, después de dar un ultimátum de ocho días para convocar elecciones.
Debería quitarse la palabra socialista de su nombre, le viene muy grande al PSOE.
El Gobierno de España comenzó impulsando en la UE una salida dialogada, y en cuestión de horas vimos un cambio radical acompañado de las declaraciones que comenzaron a hacer Donald Trump, Nick Pence y John Bolton, que estaban desnudando su plan sin tapujos. La diferencia con Libia es que ahora lo hacen sin ningún disimulo.
El Parlamento Europeo, como hizo en 2011, reconoce a Guaidó cuando no tiene competencia para reconocer o no gobiernos extranjeros, transgrediendo su propia legalidad europea, y luego la vicepresidenta Mogherini, en la reunión de todos los cancilleres en Rumania anuncia que van a conformar un grupo de contacto. Pero a los cuatro días España arranca una desbandada de países: unos reconocían a un presidente interino, término que no existe en nuestra Constitución; otros a un Gobierno encargado pero que seguirían teniendo relaciones con un gobierno en funciones...
¿Hay dos presidentes ahora en Venezuela?
No hay una doble realidad en el país, hay una sola persona que está en el ejercicio del poder. Y ese poder no lo tiene el señor Guaidó, porque no tiene ni el control de las instituciones, ni la funcionalidad del Estado en relación a terceros; ni la administración pública; ni la capacidad de ejercer ese poder como jefe de Estado.
Pero España, EEUU y una veintena de países europeos reconocen a Guaidó.
Es aturdidor, en especial viniendo del caso español, que tuvo una experiencia tan dramática con su dinámica interna, y que partidos que acompañan la autoproclamación hayan sido tan duros con otros que en España han querido tener una legitimidad más allá del Estado. ¿Por qué lo que está bien para Venezuela no está bien para Catalunya? Quieren convocar elecciones fuera de la ley, forzarlas de manera exterior y designar un presidente paralelo.
Pero el pueblo español no es tonto, el pueblo español es inteligente y sabrá cobrarle a todo el que haya decidido hacer campaña con la sangre de mi país, un país hermano y amigo.
La UE también describe la situación del país como de crisis humanitaria y migratoria.
Nosotros tenemos una comunidad de acogida de origen europeo de casi 3 millones. Y cuando llegaron 5 millones de colombianos nunca salimos corriendo a pedir ayuda. Son movimientos humanos, y yo misma soy descendiente de europeos y uruguayas, soy trinacional. Me asombra una posición tan agresiva de Europa con un país que ha ofrecido acogida, hogar, hasta terceras y cuartas generaciones de europeos: es normal que algunas de esas personas quieran volver a esos países. Hay dos millones de venezolanos con doble pasaporte.
No se debe manejar como una crisis migratoria: España tiene 1,5 millones de jóvenes en el extranjero, y no he visto a Sánchez convirtiendo eso en una crisis humanitaria No están jugando con agua, sino con fuego, y la posibilidad de generar fuego en un territorio que vive en paz desde hace 200 años. ¿Por qué Europa quiere atizar esos fuegos, piensan que les van a asegurar triunfos?
¿Y la crisis económica?
Un accidente histórico que el pueblo estadounidense está sufriendo ha pasado de ser un enemigo mundial y un susto para toda Europa en el líder de la política exterior europea.
Por supuesto que hay crisis económica, pero ningún Gobierno puede funcionar sin recursos y llevamos 3 años de bloqueo y sanciones y sin dejar de atender al pueblo. Venezuela acaba de entregar la vivienda pública 2 millones en una situación en la que llevamos de tres años de bloqueo. Querría saber yo qué habría pasado con mi país si le hubieran dejado gobernar a Maduro.
¿Qué economía podría mejora tras una intervención?, ¿qué crisis humanitaria mejora con una intervención militar? No tiene que ver con libertades y democracia, cuando todos tienen de qué preocuparse en sus propias casas.
Bolton ya ha desnudado el interés económico de EEUU en Venezuela: han confiscado los bienes y las cuentas de Venezuela en EEUU. Violando todas las convenciones, han robado al Estado venezolano y han decido entregárselo al presidente que a ellos les gusta.
Somos el terreno de todas las formas de invasión de EEUU. Sólo les falta la intervención de la excusa humanitaria, y estamos llegando al punto crítico en el cual se puede hacer ese punto de inflexión con el coro de países europeos en tiempos electorales.
La UE ya no reconoció las elecciones de mayo por “falta de garantías”.
El mismo componente legal que sirvió para las elecciones de mayo, es el mismo sistema, con las mismas leyes, que sirvieron para elegir la Asamblea Nacional que sí dicen reconocer.
Además, después de mayo, hubo elecciones en diciembre a gobernador y locales, que están en pleno ejercicio de sus funciones. Y la UE no ha dudado de esas elecciones. Siguiendo el razonamiento de la UE, en el país no hay Gobierno, pero tampoco alcaldes, gobernadores ni concejales. Es un absurdo total.
No es un posicionamiento legal, la UE fue invitada como observadora en mayo, y decidió no asistir. Eso sí, antes de las elecciones, la UE dijo que no iba a reconocerlas. Me gustaría preguntar a Mogherini si tampoco reconocen al resto de los elegidos en las elecciones de diciembre.
¿Qué pretenden? ¿generar un caos institucional? La gente está preocupada por la situación, la inflación, la dificultad de llegar a fin de mes y el miedo a una invasión, pero la gente sigue yendo a sus trabajos y haciendo una vida normal. El caos sólo ocurre en la mente de quienes están legitimando este golpe de Estado.
¿La presión exterior y el apoyo de EEUU y la UE a Guaidó pueden hacer caer el Gobierno de Maduro?
Venezuela va a resistir. Ya hubo elecciones, más de 6 millones votaron a ese presidente, de eso va la democracia. Nadie pide que le guste a todo el mundo, pero que no le guste a la UE... le compete a cada pueblo. Es de un colonialismo tan vulgar que sorprende que después de tanto tiempo los países europeos piensen que pueden exigirle elecciones a un gobierno.
Hay un marco legal, que es Naciones Unidas. En la ONU se celebró un debate, y se suponía que EEUU iba a conseguir una ola de apoyo para quien es diputado con 97.000 votos contra quien preside el país con 6 millones de votos. Y el Consejo de Seguridad de la ONU debatió y ocurrió lo contrario de lo que EEUU quería: 38 países se pronunciaron, pero 14 solamente se pronunciaron a favor de reconocer a Guaidó. El resto, 24, dijeron que no estaban de acuerdo.
Pero ha habido silencio total, no existió ese debate para nadie, salvo para los países del caribe que asumen la responsabilidad de esa paz. Por eso es valioso el mecanismo del Montevideo.
¿Pero acaso el grupo de contacto del jueves puede eclipsar al Mecanismo de Montevideo?
Hay dos procesos sobre la mesa: uno, que lidera Europa para hacerle coro a Trump y la exigencia de una salida urgente; y el de los países del caribe, la región y México, que no establece plazos, y de una manera preocupada y responsable están llamando a generar las condiciones del país en un debate.
A ningún país se le ponen ultimátums porque llevan a la guerra, y aunque digan que no quieren la guerra, sino convocar elecciones libres y democráticas. ¿Si no convocas elecciones con los términos que yo quiero son libres y participativas?
Es tan mediocre la argumentación que está clarísimo que no tiene nada que ver con el derecho. Es como el caso de los embajadores, que se dice que lo quieren expulsar de los países.
El que está en ejercicio en España, por ejemplo, tuvo que pasar por la Asamblea Nacional, por la comisión de Política Exterior, y luego fue debatido por la Asamblea Nacional, que es la que genera el decreto oficial y la que te otorga esos poderes. A los embajadores en Venezuela no los nombra el Gobierno, sino la Asamblea Nacional, la misma que dicen que es lo único que reconocen: ¿Van a echar a los embajadores, que son plenipotenciarios y nombrados por la Asamblea Nacional? Es un desquicie que está ocurriendo. Los embajadores representamos a más de 30 millones de personas, incluyendo a Guaidó. ¿Quién quita los poderes? ¿Guaidó con sus 97.000 votos?
Pero a Guaidó le apoyan más que esos 97.000 votos, es el presidente de la Asamblea.
Es un golpe de Estado a todas luces, no les importa la verdad. Nos mintieron con Irak, con Libia, con Haití, con Panamá, con la República Dominicana... ¿Por qué van a a decir la verdad ahora?
Cada vez que hay una elección que gana el chavismo, no la reconocen, pero sí si gana la oposición, como en diciembre de 2015. Sirve para los concejales de diciembre de 2019, pero no para las presidenciales de mayo de 2018. Lo que quieren es tumbar al presidente.
Es un golpe, y hay que denunciar que España y otros lo están acompañando, se están plegando a Trump. Pero la historia la hacemos mientras la vivimos cada día, y el pueblo de Venezuela se va a defender. Se está preparando. La mala noticia es que ya sabemos lo que quieren hacer; y la buena noticia también es que ya sabemos lo que quieren hacer y nos podemos preparar.
¿Pero no cuenta con los más de siete millones de votos y los 109 escaños que logró la oposición en las legislativas de 2015?
VP, el partido de Guaidó, es el quinto dentro de esa coalición que sirvió para las elecciones de 2015, pero que se disolvió en 2017. De manera que la configuración actual político-partidista de la Asamblea Nacional da mayoría al partido de Gobierno de Maduro con 55 escaños.
VP solo cuenta con 13 escaños (de un total de 167). Dos de los partidos mayoritarios de la oposición dentro de la actual Asamblea (UNT, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática) de hecho votaron en contra de la designación de Guaidó como “presidente encargado/interino”. Y Guaidó está asumiendo la presidencia de la Asamblea en este momento luego de otros partidos opositores (AD, PJ, UNT....).