Las fuerzas israelíes han ampliado su ofensiva terrestre a los campos de refugiados urbanos del centro de Gaza tras bombardear las abarrotadas comunidades palestinas y ordenar a sus residentes que evacuaran. Ocurre en un momento en el que el Ejército israelí amenaza con más destrucción en una guerra que, según dice, durará “muchos meses”, mientras promete aplastar a Hamás tras su ataque del 7 de octubre. Ya son más de 21.000 las víctimas mortales en la Franja de Gaza, en menos de tres meses, según las autoridades palestinas.
La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha condenado la intensificación de los bombardeos en el centro de Gaza desde Nochebuena. Esta ofensiva es especialmente preocupante dado que las fuerzas israelíes hubieran ordenado a los residentes del sur de la Franja de Gaza evacuar precisamente al área central ahora atacada, indicó el martes en un comunicado el portavoz de la oficina Seif Magango. “Las fuerzas israelíes deben tomar todas las medidas disponibles para proteger a los civiles. Las advertencias y órdenes de evacuación no los eximen de todas sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, dijo.
Al menos 195 personas han muerto y 325 resultado heridas en las últimas 24 horas en ataques del Ejército de Israel en Gaza, la mayoría niños y mujeres. La agencia oficial palestina Wafa ha informado este jueves, citando fuentes sanitarias, de “16 masacres contra familias enteras” en la Franja palestina.
Algunas de las víctimas se han producido en un bombardeo israelí sobre Deir al-Balah y el campo de refugiados de Maghazi, en el centro del enclave costero, entre ellas varios muertos al ser atacado un vehículo que evacuaba heridos, según Wafa. Otro ataque israelí ha provocado al menos siete muertos en una casa en el campo de refugiados de Nuseirat, también en el centro de Gaza. Estos campos albergan a palestinos expulsados de sus hogares durante la guerra de 1948, junto con sus descendientes.
El martes, el portavoz de las fuerzas israelíes Daniel Hagari declaró a la prensa el que sus fuerzas habían “ampliado el combate a la zona conocida como los campamentos centrales”. Residentes del centro de la Franja de Gaza contaron al día siguiente a la agencia Reuters que los bombardeos de los tanques israelíes se intensificaron al este de los campos de refugiados de Bureij y Maghazi, donde los tanques han estado intentando abrirse paso.
De norte a sur
En el sur, en las últimas horas, en la ciudad de Jan Yunis ha habido “violentos ataques de aviones y artillería” con decenas de muertos y heridos, con al menos 30 muertos en uno de ellos el miércoles cerca del Hospital Al-Amal, según Wafa.
Por su parte, la Media Luna Roja palestina informa de diez muertos y al menos 12 heridos en un bombardeo este jueves cerca del hospital, en el tercer ataque en la zona en solo una hora.
El portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf Al-Qudra, ha asegurado que en la mañana hora local ha habido cerca de 50 muertos y decenas de heridos en bombardeos israelíes en distintas zonas de Gaza. “Es probable que el número aumente” tanto de muertos como de heridos, por bombardeos en lugares como Beit Lahia, en el norte de la Franja, Jan Yunis y Maghazi, ha advertido en un comunicado.
La ONU ha dicho que las intensas operaciones terrestres y los combates en Gaza se extienden a todas las zonas de la franja, excepto en Rafah, en el extremo sur, donde se han concentrado un gran número de desplazados internos por las hostilidades en el norte y en la vecina Jan Yunis.
De acuerdo con el informe diario de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, el 27 de diciembre las localidades más afectadas por los bombardeos fueron Yabalia y Ciudad de Gaza en el norte, pero también continuaron las hostilidades en los campos de refugiados de la parte central de la franja.
Entre los hechos registrados por la ONU el miércoles el informe cita el asesinato de seis palestinos en la capital gazatí por francotiradores, y un ataque a una escuela infantil para niñas en Gaza central utilizada ahora para refugio de desplazados internos, en el que fallecieron al menos cinco personas. Un día antes, las fuerzas israelíes destruyeron una clínica de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la zona de Beit Hanun, en el norte de Gaza.
Los atentados de Hamás el pasado 7 de octubre provocaron más de 1.200 muertos y unos 240 rehenes fueron llevados a Gaza. Los muertos por la ofensiva militar lanzada desde entonces por Israel en Gaza contra Hamás alcanzan los 21.110 y 55.243 los heridos, según los últimos datos del ministerio, controlado por el grupo palestino.
Sigue la violencia en la frontera con Líbano
En la frontera norte de Israel, el intercambio de ataques continúa a través de la divisoria, fuego cruzado que se ha ido intensificando con el paso del tiempo y que ha desatado los miedos a que el Líbano se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza.
Este miércoles, el grupo chií libanés Hizbulá anunció que había lanzado una treintena de cohetes contra la localidad israelí de Kiryat Shmona. Según dijo en un comunicado, se trató de una respuesta a los ataques israelíes “contra viviendas civiles en Bint Jbeil”, localidad del sur del Líbano en la que murieron un combatiente de Hizbulá, un hermano del mismo que residía en Australia y su mujer a la que había venido a recoger para salir juntos del país. La casa en la que se encontraban los fallecidos fue bombardeada por la aviación israelí.
Kiryat Shmona se ubica a cerca de 10 kilómetros de la divisoria con el Líbano y la gran mayoría de sus 25.000 habitantes fueron evacuados de la zona el pasado octubre como parte de un plan puesto en marcha por las autoridades israelíes ante el estallido de violencia fronteriza.
El pasado martes, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaró que el país “está siendo atacado desde siete frentes: Gaza, Líbano, Siria, Judea y Samaria [término israelí para Cisjordania], Irak, Yemen e Irán. Ya hemos respondido y tomado medidas en seis de ellos”, de los que no dio más detalles.
Sánchez, en Irak
Mientras tanto, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se encuentra de viaje en Irak, donde se ha reunido con el primer ministro del país, Mohamed Shia al Sudani, en Bagdad. Según recoge EFE, Sánchez le ha transmitido preocupación por el incremento de la tensión regional y sus consecuencias en Irak y ha debatido sobre la situación en Gaza.
El jefe del Ejecutivo afirmó que deben cesar las hostilidades y reiteró su posición al respecto para que la comunidad internacional y las partes en conflicto centren sus esfuerzos en la búsqueda de una solución así como en el establecimiento de un proceso político serio y creíble que implique la materialización efectiva de la solución de los dos estados.
El pasado martes, Irak confirmó la muerte de una persona y heridas a otras 18, entre ellos varios civiles, en los ataques estadounidenses contra grupos proiraníes en el país árabe, en represalia por el lanzamiento de drones y misiles contra bases de EEUU en territorio iraquí. En un comunicado, el Gobierno iraquí condenó los ataques estadounidenses, que consideró “acto hostil, no constructiva, que no sirve a los intereses comunes”, mientras consideró “inaceptable” las “agresiones contra sedes de las misiones diplomáticas extranjeras” y las “bases con presencia de asesores militares de países amigos”.
En el mar Rojo, la naviera danesa Maersk, una de las principales empresas mundiales en transporte marítimo de contenedores, programó este miércoles para las próximas semanas las rutas de varios cargueros tras haberlas suspendido a mediados de mes por los ataques de los rebeldes chiíes hutíes, respaldados por Irán.