Israel aprueba una ley para expulsar a familiares de atacantes palestinos a Gaza u otro país

elDiario.es

7 de noviembre de 2024 13:22 h

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El Parlamento israelí ha aprobado una ley que permite la deportación de familiares de “terroristas” por un periodo de entre siete y 20 años, si se demuestra que conocían los planes del atacante y que no hicieron nada por detenerlo, o mostraron su apoyo y alentaron los actos violentos. La nueva ley se aplicará a los árabes con ciudadanía israelí, que representan alrededor del 20% de la población de Israel, y a los palestinos.

Según el periódico israelí Haaretz, la ley fue aprobada el miércoles con 61 votos a favor y 41 en contra, y establece que el Ministerio de Interior israelí puede deportar a los parientes de un atacante a la Franja de Gaza o a otro lugar “determinado por las circunstancias”. Haaretz destaca que la nueva norma ha sido tramitada por la vía rápida y la Fiscalía General israelí no ha emitido una opinión legal al respecto.

Un experto legal de la Asociación para los Derechos Civiles en Israel, Oded Feller, ha dicho que la ley es un “sin sentido populista”, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias AP. Feller ha señalado que es poco probable que la ley vaya a ser aplicada, porque “no hay una forma legal por la que el Ministerio de Interior puede enviar a un ciudadano israelí a otro país o a Gaza”. La asociación no planea llevar la ley a los tribunales, hasta que se intente aplicar, pero Feller se ha mostrado convencido de que cualquier tribunal la rechazaría.

Haaretz detalla que la ley puede ser aplicada a los familiares directos de los atacantes: padres, madres, hermanos y hermanas, hijos y hijas, y cónyuges. En el caso de los ciudadanos israelíes, el periodo de deportación sería de entre siete y 15 años; mientras que para quienes no tengan la ciudadanía israelí, el periodo se eleva a entre diez y 20 años.

No está claro si la ley se aplicará también a los palestinos de la Cisjordania ocupada, donde las autoridades israelíes llevan años tomando medidas de castigo contra las familias de los atacantes, expulsándolas de sus casas y demoliendo las viviendas, además de someterlas a más vigilancia que a culaquier otro palestino.