El temporal de lluvias y vientos en Italia se ha cobrado once vidas por el momento, según informa el diario italiano La Repubblica. También se han visto árboles caídos y algunos ríos desbordados, por ello se mantiene a una parte del país en alerta.
En las últimas horas se han hallado cuatro cuerpos más: una mujer se ahogó al desbordarse el torrente Meladrio en la localidad de Dimaro, en el Trentino (norte), el de un navegante en Catanzaro (sur), el de un hombre de 63 años en San Giovanni in Marignano, perteneciente a Rimini (centro) y un pescador perdido en el Lago de Levico (norte).
En el municipio de Castrocielo, en la provincia de Frosinone (centro de Italia), este mismo lunes dos personas perdieron la vida al caer un árbol sobre el coche en el que viajaban. Una tercera persona pereció del mismo modo, mientras que otras dos resultaron heridas graves.
Una más perdió la vida en Albisola, en Savona (norte), al ser golpeada por un objeto arrastrado por el viento. Otro árbol acabó con la vida de una persona en la provincia de Caserta, cerca de Nápoles (sur del país), una más murió en la provincia de Belluno, Véneto (nordeste). La última víctima registrada en la jornada del lunes 29 fue un bombero voluntario que perdió la vida al ser golpeado por un árbol en la pedanía de San Martino in Badia (norte), según publican varios medios italianos.
La situación de emergencia continúa en seis regiones que se encuentran aún en alerta roja: Lombardía, Veneto, Friuli Venecia Julia, Liguria y Trentino Alto Adige (norte) y Abruzos (centro); y la alerta naranja continúa en buena parte del resto del país y la isla meridional de Sicilia.
La situación es particularmente crítica en Liguria, donde cerca de 20.000 personas están sin energía eléctrica y el aeropuerto de Génova sigue cerrado desde el pasado lunes por los fuertes vientos. Los colegios siguen cerrados en muchas ciudades, entre ellas Venecia, Génova, Nápoles y Roma.
En la capital italiana, los bomberos tuvieron que intervenir en 100 avisos de emergencias sobre todo por la caída de ramas y árboles. En Venecia la marea subió hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar -el máximo desde 2008-, lo que ha provocado la conocida como “agua alta”. La inundación se ha hecho patente en sus calles y la Plaza de San Marcos, así como la suspensión de la red de transporte público urbano, los llamados “vaporetti”. En la jornada de este martes se prevé una bajada de la marea, donde podría situarse en los 130 centímetros.