El fundador y presidente de honor del ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, apartado de la dirección por su hija Marine, fue condenado este miércoles a multas de 30.000 y 5.000 euros, por minimizar las cámaras de gas utilizadas por los nazis y por unos comentarios racistas sobre los gitanos.
El Tribunal Correccional de París le impuso los 30.000 euros de sanción por considerarlo culpable de contestar un crimen contra la humanidad en relación a unas declaraciones suyas del 2 de abril de 2015, en las que reiteraba otras prácticamente idénticas en los años anteriores que ya le habían valido dos condenas.
Le Pen, según el tribunal, actuó en tanto que presidente de honor del partido de la extrema derecha francesa cuando se reafirmó en que las cámaras de gas no eran más que un “detalle” de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Esas palabras, además, le valieron la exclusión del FN, después de que su hija y responsable actual de la formación, Marine Le Pen, se las hubiera reprochado.
Por otro lado, el Tribunal Correccional de Niza también sentenció al político octogenario a 5.000 euros de multa por haber señalado en un acto público que “unos cientos de gitanos” en esta ciudad tenían “una presencia urticante y, digamos, olorosa”.
Condenado por provocación al odio racial y a la discriminación étnica en este caso, Jean-Marie Le Pen tendrá que pagar también 1.000 euros a las asociaciones que se habían constituido en acusación particular.