Tras varios siglos iluminando la noche con la incandescencia de sus cuerpos, más de 2.000 especies de luciérnagas podrían extinguirse debido a la pérdida de hábitat, la fumigación con pesticidas y las luces artificiales, según advierten en un estudio preliminar varios expertos de todo el mundo.
“Si queremos ver luciérnagas en el futuro, debemos considerar esto seriamente”, ha dicho a The Guardian Sara Lewis, autora principal del estudio publicado en la revista BioScience y líder de un grupo de biólogos que intenta preservar a estos insectos de la familia de los escarabajos. Más allá de poseer una belleza incandescente, las luciérnagas son importantes para el ecosistema porque se alimentan de otras criaturas como babosas y caracoles.
La pérdida de hábitat es la principal amenaza que puede causar la disminución y aumentar el peligro de extinción, seguida de cerca por la fumigación con pesticidas y el uso de luces artificiales nocturnas. Aunque no todos los tipos y poblaciones de luciérnagas están bien documentadas, los registros existentes evidencian que que la cantidad está disminuyendo.
Un problema global
Al igual que las polillas, las luciérnagas sufrieron la explosión de la contaminación lumínica durante el siglo pasado, un problema que los científicos relacionan con la disminución de insectos voladores a nivel global. Y no solo los voladores: la velocidad a la que están desapareciendo los insectos es ocho veces mayor que la de los mamíferos, aves y reptiles, según un estudio publicado el pasado año.
Además de su exposición a la luz artificial, las luciérnagas se desarrollan bajo tierra o en la hojarasca, lo que las hace vulnerables a los insecticidas utilizados para atacar las plagas de los cultivos. El estudio expone otros peligros adicionales, como la contaminación del agua, el cambio climático, las especies invasoras o el 'turismo' de luciérnagas, que atrae a más de 200.000 personas cada año y afecta especialmente a las poblaciones del sudeste asiático.
“Son insectos increíblemente atractivos, tal vez los más queridos de todos”, afirma Lewis. “Provocan maravillas en la gente. Cuando estás en tu patio trasero o en el parque las notas y te sorprendes. Son una de las pocas cosas que universalmente provocan un sentimiento de amor hacia la naturaleza.”
Preservar el entorno, controlar la contaminación lumínica en sus hábitats y promover un turismo sostenible alrededor de las poblaciones de luciérnagas son las principales recomendaciones de los autores del estudio para que estos insectos no desaparezcan.