Michel Barnier, derrotado el miércoles por una moción de censura impulsada por diputados de derecha e izquierda, se ha reunido con Emmanuel Macron este jueves por la mañana. El político conservador ha abandonado el Elíseo tras una reunión de una hora con el jefe de Estado, durante la cual estaba previsto que presentara la dimisión de su Gobierno, según la agencia francesa AFP.
Posteriormente, el primer ministro ha conversado brevemente con el secretario general del Elíseo, Alexis Kohler, antes de partir en coche. Barnier seguirá en funciones hasta que el jefe de Estado nombre a un nuevo primer ministro para formar gobierno. Macron ya ha iniciado contactos con ese fin, tras el revés sufrido por el de Barnier en la Asamblea Nacional el día anterior, explica EFE.
La moción es una respuesta a la ley sobre el presupuesto de la Seguridad Social, que Barnier hizo aprobar el lunes sin someterla a la votación parlamentaria. Para ser aprobada, la moción solo requería una mayoría simple parlamentaria y, a diferencia de España, no es necesario presentar un candidato alternativo, por lo que el presidente Macron debe ahora buscar un posible jefe de gobierno.
Por ahora, el Elíseo no ha aclarado si el presidente tiene previsto efectuar un relevo rápido al frente del Ejecutivo o si pedirá a Barnier que permanezca en funciones durante unos días, en vísperas de que París reciba a varios jefes de Estado y Gobierno del mundo para la reapertura este fin de semana de la catedral de Notre Dame, cinco años después de su incendio.
Macron se dirigirá este jueves a las 20:00 horas locales al país para explicar cómo piensa abordar la crisis política tras la caída del Gobierno por esta moción de censura apoyada por la izquierda y por la extrema derecha que, también, retrasará la aprobación de los presupuestos en un momento crítico para la economía francesa.
Después de la reunión con Barnier, Macron ha recibido a la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, que en una entrevista radiofónica apremiaba al presidente a nombrar de forma rápida al sustituto de Barnier. Pivet ha pedido que se forme “rápidamente” un gobierno para reanudar las “discusiones presupuestarias”.
Más tarde, el presidente galo recibirá a Gérard Lacher, el presidente del Senado, en la que hay mayoría conservadora.
Los posibles sucesores
Los diferentes grupos políticos comienzan a marcar su posición ante la nueva situación que se abre. El primero en hacerlo ha sido la izquierdista Francia Insumisa, principal componente de la alianza de izquierdas en la Asamblea Nacional, que anoche mismo mantuvo una reunión bajo la presidencia de su líder, Jean-Luc Mélenchon. Este partido sigue reclamando el puesto de primer ministro, al considerar que fue el ganador de las pasadas legislativas.
Esta mañana, el ex primer ministro Gabriel Attal, líder de los macronistas, reunió a sus parlamentarios, algo que también tienen previsto hacer a lo largo del día socialistas y ecologistas, otros dos de los componentes de la alianza de izquierdas.
Attal ha señalado que buscará una “mayoría de no censura” para formar un ejecutivo de transición que pueda ponerse de acuerdo en algunos aspectos y desbloquear la situación, al menos hasta el próximo verano, cuando Macron puede de nuevo disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones. Eso presupondría que los socialistas salieran de la alianza de izquierdas, algo que sus líderes, por ahora, no se plantean, al menos en público.
Entre los nombres que suenan para sustituir a Barnier, figura el actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, fiel macronista, el único que se mantiene en el cargo desde la llegada del presidente al Elíseo en 2017. Sin embargo, en declaraciones a RTL, Lecornu ha asegurado que el “no es candidato de nada”.
También aparece la figura del veterano centrista François Bayrou, además del exprimer ministro socialista Bernard Cazeneuve o el actual titular de Interior, Bruno Retailleau, defensor de posiciones radicales contra la inmigración, lo que podría contar con el respaldo de la ultraderecha.
La primera moción de censura exitosa desde 1962
En una votación histórica, tanto la derecha como la izquierda de la Asamblea Nacional unieron fuerzas, logrando 331 votos a favor de la moción de los 577 parlamentarios, superando el mínimo necesario de 288. Barnier se convierte así en el primer ministro más breve en la historia moderna de Francia.
Es la primera moción de censura que prospera en el país desde 1962, y su aprobación rechaza automáticamente el polémico presupuesto de Barnier.
De acuerdo con la Constitución francesa, es el presidente el que designa al primer ministro que luego debe formar su Gobierno.
El problema es que la Asamblea Nacional que salió de las elecciones que Macron decidió convocar al comienzo del verano está dividida como nunca en tres grandes bloques, la izquierda, el centro-derecha y la extrema derecha, que hasta ahora no han dado muestras de querer cooperar entre ellos. Siguiendo la ley gala, para salir de ese bloqueo no se pueden convocar nuevos comicios legislativos en un año, hasta comienzos del verano de 2025.