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Una nueva manifestación multitudinaria exige la dimisión del gobernador de Puerto Rico

EFE/ eldiario.es

San Juan —

Decenas de miles de manifestantes, encabezados por artistas y deportistas puertorriqueños, han exigido este lunes una vez más la renuncia del gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, por el escándalo político desatado por su implicación en un polémico chat privado con tintes machistas y homófobos.

La jornada coincidió con un paro nacional que tuvo seguimiento desigual y estuvo precedida por una lluvia torrencial y por momentos de intenso calor en San Juan que, sin embargo, no interrumpieron las marchas.

Artistas como Ricky Martin, Bad Bunny, Residente y Olga Tañón volvieron a demostrar con su presencia que se han convertido en líderes de la población puertorriqueña en las protestas de rechazo al mandatario. Ya el pasado miércoles 17 de julio se pusieron al frente de otra protesta masiva en el Viejo San Juan.

Los asistentes piden la renuncia de Rosselló por su participación, junto a miembros de su círculo más cercano en el Gobierno, en un chat en el que se mofan y burlan de periodistas, artistas y políticos.

Tras marchar por el expreso Las Américas, una de las principales vías del área de San Juan, el boxeador Tito Trinidad y otros cantantes de la isla como Pedro Capó y Kany García reiteraron sobre un escenario su petición de dimisión.

Residente (exintegrante de Calle 13) declaró que la respuesta ciudadana y lo que estaba ocurriendo “es muy bonito” y advirtió de que las protestas continuarán hasta que renuncie el gobernador. El mandatario, por su parte, ya advirtió ayer de que no lo hará, aunque si anunció que no se presentará a la reelección en 2020 y que renunciaba a la presidencia del Partido Nuevo Progresista (PNP).

Además, destacó la unidad del pueblo y que no hay partidos políticos en las marchas. Por su parte, Martin dijo que con la marcha de hoy “el Pueblo habla”, calificó los anuncios de Rosselló este domingo de “estúpidos” y le advirtió de que en la isla “no queremos dictadores”.

Olga Tañón, a su vez, cantó Preciosa, una canción nostálgica de amor dedicada a la isla y en la que, entre otros, se refleja la crisis económica en Puerto Rico en la década de los 30. Los manifestantes gritaban “Somos más y no tenemos miedo” o “Que llueva que llueva, que Ricky (Rosselló) va pa'fuera”.

Tras la manifestación que partió y acabó en el estadio Hiram Bithorn, muchos de los asistentes se dirigieron a La Fortaleza, sede del ejecutivo. Expresaron sus quejas y lamentos contra el gobernador de manera pacífica, sin embargo a medida que transcurría la tarde y al caer la noche, los ánimos se fueron caldeando y un grupo de ellos y la policía acabaron enfrentados.

Los enfrentamientos comenzaron cuando tras varios avisos por parte de las fuerzas de seguridad de que no se lanzaran objetos en su contra, estas respondieron con gases lacrimógenos. Ello provocó que, posteriormente, reinara la tensión en calles aledañas. Los comercios en la zona tienen los escaparates protegidos con tablones de madera y en las paredes de las vías adoquinadas hay pintadas alusivas al escándalo y algunas hogueras improvisadas.

Uno de los principales diarios de la isla, El Nuevo Día, amaneció el lunes con la editorial en portada dedicada a Rosselló. “Gobernador, es hora de escuchar a la gente: tiene que renunciar”, titula el periódico y asegura que el pueblo de Puerto Rico “se ha expresado con elocuencia”.

Puertorriqueños de todas las edades y profesiones procedentes de muchos de los municipios de la isla comenzaron a reunirse horas antes del inicio de la marcha en el estadio Hiram Bithorn.

“No vamos a parar”, dijo a Efe al inicio de la misma Yumarie, una ama de casa residente en Cabo Rojo, en el sur de la isla, y que viajó a la capital en plena madrugada para llegar a la protesta, que se espera que sea igual de masiva que la celebrada el pasado miércoles en el Viejo San Juan.

“¡Esto no lo había visto nunca, nunca! Que no se quede nadie en casa hoy. ¡Este ladrón (en referencia al gobernador) se tiene que ir!”, afirmó. Noelismar, una enfermera que trabaja en el oeste de la isla y que hoy pidió permiso para venir a la protesta, aseguró que el “chat no es el problema”.

“El problema es que nos han estado robando todos estos años, nos han mentido y creían que nos podían engañar, ya lo hicieron con los muertos de (del huracán) María, otra vez, ¡no!”, aseguró a Efe. De acuerdo a una estimación de la Universidad de Harvard, el huracán María, que devastó la isla en 2017, dejó 4.600 muertos, pero las cifras oficiales daban cuenta de 64.