Hace un año, los tanques rusos cruzaron la frontera y entraron en Ucrania. Los civiles huyeron a los búnkeres subterráneos y las fronteras de su país. Era el comienzo de una guerra marcada por el sufrimiento, la destrucción y la pérdida de miles de vidas.
En el campo de batalla, cuando la invasión rusa entra en su segundo año sin resolución diplomática a la vista, el mapa de la ofensiva ha cambiado desde aquellas primeras semanas en las que las tropas de Vladímir Putin intentaron asaltar Kiev. Por lo general, el Ejército ruso ha tenido dificultades para avanzar, frenado por las fuerzas ucranianas, que cuentan con el apoyo armamentístico de Occidente.
Ucrania, antes de la invasión rusa
Estos son los mapas de algunas de las principales batallas en un año de guerra. Se calcula que Ucrania ha recuperado aproximadamente la mitad del territorio capturado por Rusia desde el 24 de febrero de 2022, mientras Moscú tiene en sus manos casi una quinta parte del país.
A la espera de cómo se desarrollan los acontecimientos en el campo de batalla, la forma en la que cada bando encarará los próximos meses ha sido objeto de especulación. Se espera que Ucrania intente una contraofensiva en algún momento de la primavera, cuando Kiev sostiene que se darán batallas decisivas. “El marcador es 1:1, en el minuto 70”, ha dicho el jefe de la Inteligencia de Defensa ucraniana en una analogía futbolística. Hay quienes sostienen que los dirigentes rusos pueden perseguir una guerra a largo plazo en la que apuestan por acabar agotando a Ucrania.
La invasión rusa ha dejado a su paso un reguero de destrucción y ha obligado a huir a millones de personas. Casi 18 millones necesitan asistencia humanitaria y 14 millones han sido desplazadas de sus hogares. Según ha confirmado la ONU, al menos 8.006 civiles han muerto y 13.287 han resultado heridos. Se da por hecho que las cifras reales son más altas.