El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; y el del Consejo Europeo, Donald Tusk, reciben este sábado por la tarde en Bruselas a la primera ministra británica, Theresa May. Las agendas se mantienen después de que Pedro Sánchez haya anunciado un acuerdo sobre Gibraltar y su levantamiento al veto anunciado.
España, así, levanta el bloqueo a una de las decisiones claves de Europa en los últimos tiempos: la salida de Reino Unido de la UE. Ha evitado que, en caso de no celebrarse la cumbre este domingo, España hubiera invertido en ello muchísimo coste político ante sus socios, de muy difícil recuperación, y estaría dejando Brexit en una zona de riesgo parlamentario, toda vez que Reino Unido sí o sí deja la UE el 29 de marzo de 2019, pero cualquier acuerdo debe ser aprobado por los Comunes y el Parlamento Europeo.
El portavoz de Donald Tusk había asegurado a través de Twitter que, tras una llamada entre Pedro Sánchez y el presidente del Consejo Europeo, las posturas se han acercado: “Estamos más cerca del acuerdo de mañana”.
Bien es cierto que May no las tiene todas consigo en la Cámara de los Comunes, ni mucho menos. Y también que si Sánchez no logra un buen acuerdo sobre Gibraltar, que se mantenga en el tratado de relación futura entre Reino Unido y la UE después del periodo de transición –el que va desde el 29 de marzo de 2019 y el 31 de diciembre de 2020 y que sirve para redactar precisamente ese acuerdo comercial–, difícilmente será aprobado posteriormente por las Cortes españolas. Y ahí si que habrá un problema: los acuerdos comerciales entre la UE y cualquier país requieren de la aprobación de todos los países, si un país no lo aprobara, el acuerdo sería inviable.
Bruselas ofreció el viernes un paquete que parecía servirle a Exteriores: una declaración de los 27 complementaria que contara con otra declaración de Londres respandándola. Esa declaración de los 27 vendría a recoger lo que España reclama. Eso sí, no se tocaban ni el acuerdo de retirada ni la declaración política. Pero, dijo Exteriores, estaban a la espera de conocer el texto británico, que exigían fuera publicado antes de la cumbre. Entonces, ¿la oferta de Bruselas convence y las “garantías” dependen de conocer el texto británico y de su publicación? ¿O las “garantías mínimas” significan que el paquete ofrecido por Bruselas es insuficiente? El Gobierno no termina de aclarar estos interrogantes.
Mientras tanto, las agendas se mantienen: Bruselas está convencida de que habrá una salida, de que la cumbre se celebrará el domingo, que se validarán el acuerdo de retirada y la declaración política. Y, por ello, este sábado viaja la primera ministra, Theresa May, para reunirse con los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk.