En la declaración final del G7 no aparece la palabra “aborto”. La presidencia italiana de la cumbre ha conseguido que, a pesar de la oposición de otras delegaciones, se eliminara del texto una referencia explicita a proteger el acceso al derecho “al aborto seguro y legal y los cuidados post-aborto” que sí estaba en los primeros borradores. En el documento definitivo —aprobado este viernes y que ha sido adelantado por El País— en lugar de esta fórmula, que aparecía en las conclusiones de la anterior edición de la cumbre, en Hiroshima el año pasado, hay un pasaje sobre la voluntad de “promover la salud y los derechos reproductivos para todos, y avanzar la salud maternal, de los recién nacidos, niños y adolescentes”.
El asunto, que no estaba en la agenda, se convirtió en un caso el miércoles, cuando empezó a circular la noticia del cambio en el texto atribuido a la presidencia italiana y al que se oponían tanto Canadá como Francia, que había pedido ir un paso más allá reforzando aún más la referencia a la protección de ese derecho. El Gobierno italiano primero dijo que ningún país había pedido cambios y que las conclusiones finales serían el fruto de una negociación. Luego, este jueves, cuando seguía montando la polémica —ensombreciendo lo logrado en el primer día de la cumbre como el acuerdo sobre Ucrania— explicó que “en el texto que se publicará no hay ningún paso atrás” respecto al comunicado del G7 de Hiroshima “y no se ha quitado nada. Tanto es así que hay una referencia explícita a los compromisos contraídos en Hiroshima, todos los cuales se reconfirman”. La palabra “aborto”, en cualquier caso, ha desaparecido de la versión final.
El pulso con Macron
“Lo lamento”, declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, refiriéndose a la falta de una referencia explícita en la declaración final. “Ustedes conocen la posición de Francia, que ha incluido el derecho al aborto en la Constitución. No es la misma sensibilidad que en su país. Francia comparte una visión de igualdad entre hombres y mujeres, no es una visión compartida por todo el espectro político. Lo lamento, pero lo respeto porque ha sido la elección soberana de su pueblo”, añadió contestando a una pregunta de la agencia italiana ANSA al margen de la reunión. La cuestión volvió a marcar las distancias entre el presidente francés y la primera ministra italiana Giorgia Meloni quien, replicó acusando a Macron de usar la cumbre para la campaña electoral para las próximas elecciones legislativas en Francia, que él convocó tras la derrota de su partido y la victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas. “No hay razón para polemizar sobre cuestiones en las que hace tiempo que estamos de acuerdo. Creo que es profundamente erróneo, en tiempos difíciles como los actuales, hacer campaña utilizando un foro tan valioso como el G7”, dijo Meloni.
La primera ministra italiana llegó al Gobierno hace un año y medio asegurando que no tocaría el derecho al aborto en Italia ni modificaría la ley 194, aprobada en 1978, que garantiza el acceso libre y gratuito a la interrupción voluntaria del embarazo en los primeros 90 días de gestación y, después de ese periodo, por razones vinculadas a patologías en el feto o peligro para la madre. Sin embargo, Meloni siempre ha añadido que de esa norma quería aplicar la parte que habla de “prevención”, obviando la realidad de un país donde el derecho a abortar se ve comprometido porque dos ginecólogos de cada tres se declara objetor de conciencia y en el que hay regiones como Las Marcas, gobernada precisamente por Hermanos de Italia, donde se ha restringido el plazo para la suministración de la píldora abortiva RU-486. En esta línea, el Gobierno aprobó a mediados de abril una medida que permite, como ya estaba ocurriendo en algunas regiones, la entrada de los activistas antiaborto en las clínicas donde se practican interrupciones del embarazo.
“Una vergüenza nacional”
“El gobierno de Meloni se presenta ante los demás jefes de Estado y de gobierno cuestionando un derecho fundamental de las mujeres como es el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. No nos sirve una premier que no defiende los derechos de todas las demás mujeres de este país. Una vergüenza nacional, pidan disculpas al país”, declaró la líder del Partido Democrático y primera fuerza de oposición en Italia, Elly Schlein.
La polémica siguió planeando sobre la cumbre en el día en el que el papa Francisco se sumó a los líderes del G7 y a los otros jefes de Estado y de gobierno invitados, en la primera participación de un pontítice al foro. Y al Papa, se refirió uno de los representantes más destacado del Gobierno, el ministro de Agricultura y cuñado de Meloni, Francesco Lollobrigida, cuando, preguntado por la cuestión, dijo: “No me corresponde a mí comentarlo, si los presidentes de las grandes naciones, jefes de Estado y de Gobierno, decidieron no incluirlo en el documento habrá buenas razones para no hacerlo. No sé si en una reunión del G7 en la que también está presente el Papa era apropiado, si optaron por no ponerlo habrá una razón y una razón más que aceptable”.