El 11 de enero de 2020 llegaba la noticia de que un hombre de 61 años, cliente regular del mercado de la región de Wuhan, en China, había fallecido a consecuencia de un nuevo tipo de coronavirus. Menos de un año después el SARS-CoV-2, y la enfermedad que provoca han pasado de ser unos desconocidos a acaparar la atención de todo el planeta. Nueve meses y diecisiete días más tarde, la COVID-19 ha sido la causante de, al menos, un millón de muertes en todo el mundo. Aunque las peores cifras diarias se alcanzaron en abril, la media de nuevos casos en el mundo aún no está en descenso.
A continuación se muestra cómo ha sido la evolución de fallecimientos con coronavirus en todo el mundo desde el inicio de la pandemia. Cada barra representa las nuevas muertes notificadas diariamente por las autoridades sanitarias de cada país; la línea negra muestra la media semanal, por lo que es más adecuada para comprobar la tendencia.
Después de que el virus causara sus primeras víctimas mortales en China, el epicentro de la —todavía— epidemia llegó a la región italiana de Lombardía. Poco después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba a la COVID-19 como pandemia.
Una vez en Europa, el SARS-CoV-2 se propagó con rapidez, provocando el mayor pico de mortalidad hasta le fecha. Solo durante la semana del 6 al 12 de abril murieron en el viejo continente cerca de 30.000 personas a causa del virus, la cifra más elevada en una sola semana registrada hasta el momento.
En España, el primer fallecido con coronavirus fue paciente de 69 años aquejado de una neumonía grave, que murió en Valencia el 13 de febrero. Junto con Italia y Bélgica, España fue el país europeo más golpeado por el virus, llegando a registrar cada uno en la primera ola —hasta mediados de mayo— más de 500 muertes por cada millón de habitantes.
Apenas dos semanas más tarde, Norteamérica registró su pico de mortalidad. El 21 de abril la región registró su peor cifra, influida principalmente por los fallecidos en Estados Unidos, el país que acumula más muertes por coronavirus a día de hoy.
Mientras tanto, la curva de fallecidos de Latinoamérica y los países del Caribe avanzaba de manera más lenta, pero a mediados de mayo superó las del continente vecino, alcanzando graves cifras de mortalidad. Actualmente es la región del mundo que registra más muertes semanales por coronavirus.
Un millón de muertos (al menos)
¿Cómo prepararse para una pandemia global que nadie esperaba? A lo largo de este año, gobiernos y autoridades sanitarias de todo el mundo se han visto obligados a gestionar y controlar la crisis del coronavirus a marchas forzadas. La falta de criterios homogéneos a la hora de contabilizar y notificar las muertes, o los cambios metodológicos en estos procesos, hacen que sea imposible conocer con exactitud las muertes atribuidas al virus
La cifra del millón de muertes refleja solo las registradas oficialmente, pero podrían haber sido muchas más, ya que sobre todo durante los meses más duros de la pandemia, en un momento de colapso de hospitales, funerarias y registros civiles, no hubo capacidad de detectar todas las personas que morían a causa del virus.
Hay que tener en cuenta lo anterior si se quieren hacer comparaciones entre los niveles de letalidad de distintos países. Aquí te explicamos por qué las cifras de muertes asociadas al coronavirus son más altas en Italia y España que en Corea de Sur. En Francia, por ejemplo, en los peores momentos de la primera ola (finales de marzo), el presidente de la Federación Francesa de Hospitales reconoció que el número de muertos con COVID-19 en el país galo era mayor que el recuento oficial, ya que solo se contabilizaba a los fallecidos en hospitales, y no incluía a quienes morían en casa o en residencias de ancianos. Informa Andrés Gil.
En el caso concreto de España, la epidemia del coronavirus ha dejado la peor crisis de mortalidad en España desde que existen registros oficiales: 43.000 muertes por encima de la media histórica en la primera ola y 2.000 en el mes de septiembre. Esta es la mayor cifra de fallecimientos registrada en 45 años de historia democrática. Aunque no todas se pueden atribuir a la COVID-19, es un exceso indicativo de las consecuencias de la pandemia.
Un virus más letal entre la población mayor
El nuevo coronavirus ha golpeado con especial fuerza a uno de los segmentos de la población más vulnerable: los ancianos. Las mayores tasas de mortalidad se han registrado entre las personas de más edad, por eso, países con una pirámide poblacional más envejecida, como es el caso de España, han registrado una mayor mortalidad entre sus ancianos. Ya en marzo, a principios de la pandemia, las residencias de ancianos de Europa sufrían la primera ola de fallecimientos.
Si bien hay que tener en cuenta que las diferencias de la letalidad por grupos de edad en cada país se explican, entre otros factores, por el número de test realizados, la fase de la epidemia, las características de la población, o el protocolo de contabilización de cada gobierno, el patrón es común.
En el siguiente buscador puedes consultar los datos de mortalidad por países. Se muestra el número de muertes acumuladas desde el inicio de la pandemia, así como el dato de fallecidos ajustado a la población de cada país. Otro indicador que permite conocer cómo ha impactado el virus es la letalidad, la proporción de muertes sobre los casos confirmados. La tabla es navegable: utiliza el buscador o haz clic sobre las cabeceras para ordenar la información.