Horas después de que un tribunal de El Cairo decretara su puesta en libertad, el Ejército de Egipto ha anunciado que el expresidente Hosni Mubarak será puesto bajo arresto domiciliario. La decisión ha sido anunciada por la televisión estatal y no se ha concretado el momento en el que Mubarak abandonará la prisión para continuar el arresto en su residencia.
El argumento empleado por los militares para adoptar la decisión es que la excarcelación del exdictador podía agravar la situación que se vive en el país “en el marco del estado de emergencia” decretado hace una semana.
Antes de la decisión del Ejército, un tribunal de El Cairo había decidido dejar en libertad provisional a Mubarak. El tribunal se ha reunido en la prisión de El Cairo, donde Mubarak está detenido, y ha tomado la decisión argumentando que se han cumplido los plazos máximos de permanencia en la cárcel previstos para alguien a la espera de juicio en Egipto.
Mubarak había sido condenado a cadena perpetua por no impedir la masacre de manifestantes durante las protestas en Egipto contra su gobierno en 2011. Un tribunal había aceptado el recurso de sus abogados contra esta sentencia y ahora la justicia decide que a la espera de un nuevo juicio, Mubarak puede ser liberado. El pasado lunes, la justicia egipcia también decidió levantar la prisión privisional en otro caso de corrupción por el que el exdirigente está siendo también procesado.
A los 85 años, Mubarak podrá maniobrar en persona desde fuera de prisión en la complejísima situación que se vive en Egipto, donde un golpe militar ha derribado el gobierno de los Hermanos Musulmanes elegido en las urnas alrededor de la figura de Mohamed Mursi.
Egipto vive el peor conflicto interno de su historia moderna, con unos 900 muertos, entre ellos 100 policías y soldados, después de que las fuerzas de seguridad desalojaran los campamentos de protesta de seguidores de los Hermanos Musulmanes el 14 de agosto en El Cairo.
Mubarak ha dictado la vida política de Egipto durante 30 años. Su régimen fue parcialmente derrocado durante las protestas de enero de 2011, que comenzaron la oleada de revueltas en el norte de África y algunos países de Oriente Medio. Durante aquellas protestas, cientos de personas murieron en todo el país a manos de las fuerzas de seguridad fieles al régimen.