Yelena Grigórieva, conocida defensora de los derechos LGTBI en Rusia, ha fallecido tras haber sido apuñalada en la segunda ciudad del país, San Petersburgo, según ha informado el lunes la policía local. Su cuerpo ha sido hallado el domingo a unos pocos cientos de metros de su casa con numerosas heridas de arma blanca, señalan las autoridades.
Por ese motivo, las autoridades han incoado un caso penal por asesinato y, según algunos medios locales, el principal sospechoso es un hombre de 40 años procedente de la región de Bashkiria.
La policía ha admitido que la víctima denunció haber sido objeto de varias amenazas, pero afirman que todas fueron tramitadas legalmente y que ninguna inducía a pensar en represalias contra su persona. En cambio, el activista Dinar Idrisov ha acusado a la policía de San Petersburgo de inacción ante las numerosas denuncias de Grigórieva sobre amenazas de muerte. “Últimamente, ella había sido objeto de muestras de violencia y la habían amenazado a menudo de muerte”, explicó Idrisov en Facebook.
Grigórieva no sólo había denunciado la persecución de los homosexuales y lesbianas, sino que también ejercía una oposición democrática, al tiempo que pidió la liberación de la presos políticos ucranianos. Por ejemplo, a principios de año la organización Red LGBT rusa se dirigió al Comité de Instrucción de Rusia para exigir la investigación de una nueva ola de persecución de las minorías sexuales en Chechenia.
Rusia prohibió en 2013 la propaganda homosexual entre los menores de edad, ley que este colectivo considera una excusa para impedir la celebración de las marchas de Orgullo.