La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Obituario

Sheldon Adelson: defensor de Israel, financiador de Trump y (casi) fundador de Eurovegas

Un anciano con gafas de sol en mitad de un descampado de Alcorcón. Si algún español recuerda a Sheldon Adelson, esa es probablemente la imagen que tiene en la cabeza, la del impulsor de Eurovegas. La de un millonario americano rodeado de políticos muy sonrientes, inspeccionando terrenos para levantar en Madrid una réplica de la ciudad donde hizo su fortuna con los casinos. Sheldon Adelson, fallecido hoy a los 87 años, nunca construyó Eurovegas, pero sí que ha sido una de las figuras fundamentales para entender el Partido Republicano que ha gobernado EEUU durante gran parte de las últimas décadas.

Durante las últimas primarias republicanas en 2016, los diferentes candidatos iban desfilando por su casino de Las Vegas a buscar su bendición. No lo hacían para disfrutar de su hotel, que es una copia en miniatura de Venecia con góndolas y canales, sino porque sabían que en las anteriores elecciones se había gastado más de 75 millones de euros en apoyar a los candidatos republicanos. Trump no era entonces su primera opción, pero de todas formas acabó siendo su principal financiador con más de 20 millones de euros. Éste le recompensó con un asiento privilegiado en su toma de posesión y con alguna cosa más.

El día en que EEUU inauguró su embajada en Jerusalén, el millonario estaba sentado en primera fila a pocos metros del primer ministro Netanyahu. Trump había roto el consenso de décadas en la política exterior estadounidense y había trasladado la embajada a la ciudad santa, reconociendo por tanto la soberanía israelí y enfureciendo a los palestinos. Adelson, que era judío y estaba muy unido a Israel, se había ofrecido incluso a pagar parte de los gastos de su propio bolsillo. Dos años después se compró la que había sido la residencia del embajador en Tel Aviv. 

Aunque era conocido su desprecio hacia los palestinos (“un pueblo inventado”) sigue llamando la atención que el hijo de un inmigrante muy humilde dedicara tanto dinero a impulsar la carrera de algunos de los políticos más conservadores de EEUU. El propio Adelson ha explicado que se crió en una familia profundamente demócrata y que él mismo lo era, pero que cambió de caballo al percibir un “visceral movimiento antisraelí” en el partido. Otros creen, sin embargo, que su cambio ideológico tuvo más que ver con el trayecto que va de la casa de una sola habitación de un taxista de Boston, donde nació, hasta su fortuna actual valorada en 30.000 millones de euros.

Algunas de sus grandes peleas con el Partido Demócrata han tenido que ver precisamente con sus prácticas empresariales, en particular con su odio a los sindicatos. Ha peleado contra ellos en los tribunales para impedirles siquiera manifestarse en la acera frente a sus hoteles. En el año 2008 declaró que el terrorismo fundamentalista islámico era la mayor amenaza para el país... junto a una propuesta de ley que quería facilitar que los trabajadores se afiliaran a un sindicato. Su obsesión con el asunto ha llegado a tales cotas que, cuando una sinagoga de Las Vegas acogió un acto que no se había podido celebrar en su casino por un boicot sindical, le retiró al templo una donación de más de 200.000 euros a la que se había comprometido. 

El fracaso de su aventura española, Eurovegas, tuvo también algo de eso. Adelson quería ventajas a medida para sortear la legislación laboral y urbanística, pagar menos impuestos y hasta poder saltarse la ley antitabaco y que se pudiera fumar dentro de su casino. El gobierno de Rajoy se negó a algunas de estas prebendas y a la exigencia de Adelson de que el estado le indemnizara si un nuevo ejecutivo o los tribunales recortaban esos privilegios en el futuro. Adelson se retiró entonces, buscando otros lugares donde hacer negocios. La pandemia le había golpeado económicamente en los últimos meses, pero ya empezaba a recuperarse cuando el cáncer ha puesto fin a su vida. Tanto Israel como el Partido Republicano se quedan sin unos de sus mejores valedores.