Las habilidades de Edward Snowden siguen provocando dolores de cabeza entre los responsables de la NSA. La Agencia Nacional de Seguridad de EEUU no sabe cuánta información extrajo el informático de sus sistemas, una vez que éste cubrió todo rastro de su actividad borrando las maniobras que realizó de cualquier registro electrónico, según publica la agencia Associated Press.
El Gobierno de EEUU está tratando de contabilizar qué tipo de información posee el extécnico de la NSA sobre sus programas de espionaje. Algo que ha sorprendido dentro de la propia agencia, ya que sus sistemas están monitorizados y supervisados continuamente para evitar que se produzcan situaciones de este tipo. Sin embargo, nada de esto fue obstáculo para Snowden, que esquivó todas las trampas y alarmas durante meses para llegar a la información que posteriormente filtró.
Su puesto en la NSA también le facilitó su desempeño, ya que como administrador del sistema tenía acceso a datos almacenados en memorias USB. Según las fuentes de seguridad estadounidenses que cita AP, Snowden habría aprovechado esta ventaja para volcar los documentos de estos pendrive en otros ordenadores, aunque esto solo representaría una parte de todo a lo que accedió.
Los empleados de la NSA también están controlados en todo momento, al ser sus tareas diarias monitorizadas por la seguridad de la agencia gubernamental. Todo lo que hacen es revisado y documentado, con el fin de confirmar que dichos datos se mantienen alejados del exterior.
Que a Snowden le resultase tan sencillo esquivar todo control para sacar a la luz que EEUU escuchaba las llamadas telefónicas de sus ciudadanos, así como otras comunicaciones, ha sembrado la preocupación entre los responsables de la NSA. Y es que el informático podría no ser el único empleado o exempleado de la agencia con unos conocimientos capaces de extrar información confidencial de ese tipo.