El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha adoptado este viernes por unanimidad la resolución para destruir el arsenal químico de Siria, aunque no amenaza con acciones punitivas automáticas contra el país en caso de que el Gobierno sirio no cumpla con el acuerdo.
“La resolución histórica de hoy es la primera noticia esperanzadora sobre Siria en mucho tiempo. Durante muchos meses, he dicho que el uso confirmado de armas químicas en Siria requeriría de una respuesta firme y unida. Esta noche, la comunidad internacional ha cumplido”.
Así ha anunciado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, la aprobación unánime de la resolución que contempla la destrucción de las armas químicas del Gobierno sirio.
Una resolución basada en el acuerdo suscrito entre Estados Unidos y Rusia a comienzos de este mes en Ginebra después de que investigadores de Naciones Unidas corroboraran el uso de gas sarín en un ataque perpetrado supuestamente por el Ejército sirio a las afueras de Damasco en el que murieron cientos de personas.
Sin embargo, esta resolución no especifica qué castigo acarrearía que el Gobierno de Bachar al Asad no cumpliera con la resolución. No se habla de una intervención militar y se refiere directamente a las acciones que contempla el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.
En los artículos 41 y 42, la Carta indica que “el Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones”, esto es de calado económico o diplomático; y, en caso de que estas medidas “sean inadecuadas o hayan demostrado serlo, (el Consejo de Seguridad) podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”.
EEEUU: “Se ha cumplido el primer objetivo”
Para el ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, esta resolución “se ajusta plenamente” a sus expectativas y ha hecho hincapié en que “la responsabilidad de la aplicación de esta resolución no reside solo en el Gobierno de Siria”.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha afirmado que esta resolución cumple con el “objetivo primero que era disuadir y reducir la capacidad química de Siria”. No obstante, Kerry ha subrayado que la “amenaza militar” también “podría haberlo logrado, pero la resolución logra aún más, por medios pacíficos, tratando de eliminar por completo la capacidad química siria”.
En este mismo sentido se ha manifestado su homólogo francés, Laurent Fabius, que ha ensalzado que, “por fin, el Consejo de Seguridad se haya hecho merecedor de su nombre”. “Gracias a la amenaza de la fuerza, que no era fingida, hemos logrado un cambio en el régimen y en sus aliados”, ha recalcado Fabius. Este “viraje total” en la postura de Damasco, que le ha llevado a reconocer que poseía un arsenal químico, es fruto de la “firmeza” política, según Fabius.
Su par británico, William Hague, ha secundado las palabras de sus colegas y ha destacado que el Consejo de Seguridad de la ONU haya aplacado una “cultura de la impunidad” y que “imponga obligaciones legalmente vinculantes y susceptible de ser reforzadas sobre el régimen sirio para que cumpla” con la destrucción de su arsenal químico.
Aunque Lavrov ha reconocido que el Consejo de Seguridad actuará si Damasco no acata la resolución, sí ha reiterado su “oposición” a una intervención militar y ha destacado que el documento “no permita el uso automático de medidas coercitivas”.
China también ha mostrado su rechazo a la fuerza. “Las acciones militares causarán más turbulencias e incido en las amenazas de acciones de las últimas semanas”, ha argüido el ministro de Exteriores chino, Wang Yi.
El secretario general de la ONU ha recordado que “el catálogo de horrores en Siria prosigue con bombas, tanques, granadas y pistolas”. “Una luz roja para una forma de armas no significa una luz verde para otras. Esta no es una licencia para matar con armas convencionales”.
Instan a una transición
Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han acordado que la “única forma de traer la paz a Siria es un proceso político inclusivo y conducido por los sirios”, ha proclamado Ban, cuyo fin último es el establecimiento de un órgano gubernativo de transición que pueda ser elegido por el pueblo sirio.
Washington, París y Londres han exhortado a comenzar una transición política en Siria. Hague ha avisado de que será “un proceso complejo de avenencias difíciles”.
Por su parte, Ban ha señalado que la eliminación del arsenal químico sirias se hará “tan pronto como sea posible”. “El éxito de esta misión dependerá del cumplimiento del Gobierno sirio de sus obligaciones fielmente y sin más dilación. Esto incluye garantizar la seguridad del personal de la OPCW y la ONU”, ha declarado Ban, que también ha pedido la colaboración de las fuerzas opositoras.