Una unidad especial de 200 agentes de la la policía alemana ha entrado este martes en un albergue de refugiados de Berlín en relación con el posible atentado registrado en la capital alemana en un mercadillo de Navidad, en el que murieron 12 personas, según varios medios locales.
El equipo de intervención (SEK) de las fuerzas de seguridad accedió de madrugada a uno de los hangares del antiguo aeropuerto de Tempelhof, situado en el centro de la ciudad, que desde el año pasado y debido a la gran afluencia de peticionarios de asilo se habilitó como centro de acogida.
La operación arrancó sobre las cuatro de la madrugada alemana y sigue en marcha en estos momentos. Los agentes están registrando las instalaciones y por el momento no se ha informado de que haya habido detenciones.
El sospechoso, un joven paquistaní
Distintos medios alemanes apuntaban en sus primeras ediciones del martes que el detenido -que se cree que es el conductor del camión que se empotró ayer en un mercadillo navideño de Berlín- es un joven que llegó a Alemania como peticionario de asilo hace un año. Una descripción que ha sido confirmada por la radio pública alemana, que informa de que se trata de un joven paquistaní que llegó al país en diciembre de 2015.
Según otros medios alemanes, llegó unos meses más tarde al país y a través de la ruta de los Balcanes y era ya conocido de las fuerzas de seguridad alemanas pero no por nada relacionado con el terrorismo sino por pequeños delitos.
El “presunto atentado terrorista”, como lo califica la policía alemana, ocurrió en torno a las 20.15h del lunes cuando el vehículo pesado invadió una zona peatonal en la Breitscheidplatz, eje comercial del antiguo sector occidental de la ciudad.
El camión, que los agentes señalan “fue conducido deliberadamente hacia la multitud”, había sido robado en Polonia, recorrió unos cincuenta metros del tradicional mercadillo y destrozó a su paso puestos de adornos navideños y casetas de comida, mientras arrollaba a numerosos visitantes.
Un total de 48 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, y fueron trasladadas a diversos centros médicos.
Las fuerzas de seguridad diseñaron un amplio dispositivo en torno al lugar y pidieron a los berlineses que permaneciesen en sus casas y dejaran libres las vías de acceso para las ambulancias y los vehículos de los bomberos.