La operación ucraniana para recuperar Jersón, al sur del país, está “cobrando impulso”, según ha informado este miércoles la inteligencia británica en su última actualización. El Ejército de Kiev ha continuado contraatacando, apuntando esta semana de nuevo a un puente clave sobre el río Dniéper, que recorre todo el país.
Estratégicamente ubicada en la orilla occidental de ese río y al norte de la península de Crimea, la ciudad de Jersón, capital de la región homónima, cayó en manos rusas en los primeros días de la invasión lanzada por el presidente ruso Vladímir Putin el 24 de febrero. Se considera un enclave vital para el control del sur de Ucrania y Kiev, que lleva tiempo preparando el terreno para una amplia contraofensiva en el sur, ha sido clara en que su objetivo es recuperarlo. Según Reino Unido, la ciudad está ahora “casi aislada” de los demás territorios ocupados.
El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovich, escribió este miércoles en su canal de Telegram que “la operación para liberar Jersón, se podría decir, ya ha comenzado”. Las fuerzas de Kiev, dijo, planean aislar a las tropas rusas –“sin depósitos de municiones, combustible, comunicaciones y mando”– y dejarles tres opciones, “retirarse (si es posible), rendirse o ser destruidas”.
“Y tenemos una experiencia positiva. Así eliminamos al Ejército ruso de Kiev, Chernígov y Sumy. Ahora hemos aprendido a luchar aún mejor”, dice Arestovich.
Sin embargo, importantes figuras ucranianas están alertando de que Moscú está cambiando sus fuerzas para defender el área sur. El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, explicó este miércoles que Rusia está desplegando fuerzas adicionales en particular en la región de Jersón, la mayor parte de la cual está ocupada desde principios de marzo.
Según recogen los medios del país, Danilov prefirió mostrarse “cauteloso” a la hora de evaluar el calendario sobre la posible recuperación de los territorios. “Me gustaría que fuera mucho más rápido. Es una guerra”, dijo. “El enemigo está concentrando ahora el máximo número de fuerzas precisamente en la dirección de Jersón”.
En su canal de Telegram, Kirill Stremousov, subjefe de la administración impuesta por Rusia en la región ocupada, ha afirmado que “todas las historias sobre las contraofensivas exitosas” de Ucrania allí “son puras mentiras”.
Un puente clave
La noche del martes al miércoles, las fuerzas ucranianas dispararon contra el puente Antoniv sobre el río Dniéper, cerca de Jersón, que mide 1.000 metros y se considera esencial para que Moscú pueda abastecer a sus fuerzas. Utilizaron el sistema lanzamisiles Himars suministrado por EEUU, que, según fuentes militares occidentales que cita la BBC, dejó el cruce “completamente inutilizable”.
Se trató del tercer ataque al puente Antoniv, controlado por Rusia, en diez días, según explican en sus último informe los analistas del think tank con sede en Washington Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). “Las imágenes y las filmaciones de las secuelas del ataque muestran daños en toda la anchura del puente vehicular, lo que probablemente ha dejado el puente inutilizado”. Autoridades rusas habían dicho que recurrirían a puentes de pontones y transbordadores para que sus fuerzas crucen el río.
Según la inteligencia británica, unidades rusas están estacionadas en la orilla occidental del río Dniéper y “ahora parecen muy vulnerables”. El ministerio de Defensa de Reino Unido señala que Ucrania ha utilizado “su nueva artillería de largo alcance para dañar al menos tres de los puentes que cruzan el río Dniéper y de los que Rusia depende para abastecer las zonas bajo su control”. También cree muy probable que las fuerzas de Kiev hayan establecido una cabeza de puente [fortificación armada] al sur del río Ingulets, afluente del Dniéper, “que forma el límite norte de la Jersón ocupada por Rusia”.
En su discurso nocturno, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que el puente Antoniv y otros cruces en la región serán reconstruidos. “Estamos haciendo todo lo posible para que los ocupantes no tengan ninguna oportunidad logística en nuestra tierra. Sean cuales sean sus planes, los desbarataremos. Y liberaremos nuestro territorio con medios militares, diplomáticos y todos los demás disponibles hasta llegar a las fronteras legales de Ucrania”.
A juicio de Reino Unido, la pérdida de la ciudad, que definen como el núcleo de población “políticamente más importante ocupado” por las tropas de Moscú, “socavaría gravemente los intentos de Rusia de presentar la ocupación como un éxito”.
En declaraciones a la BBC esta mañana, Jack Watling, del grupo de expertos en defensa Royal United Services Institute (RUSI), ha dicho que los ucranianos “ahora están comiendo el territorio que los rusos controlan” en Jersón, pero aún está por ver si Kiev puede tomar la ciudad en su totalidad. “Pero definitivamente están amenazando a los rusos”.
También asegura que están observando cómo se movilizan nuevas unidades rusas y se introducen en el país. “Algunas de ellas están siendo empujadas hacia el sur, alrededor de Crimea. La pregunta es: ¿se van a utilizar para reforzar Jersón y tratar de detener lo que están haciendo los ucranianos, o van a ser empujados a otro lugar para tratar de tomar la iniciativa y obligar a los ucranianos a la defensiva de nuevo?”.
“Las próximas semanas son cruciales”
La semana pasada, The Guardian informó de que la guerra en Ucrania puede estar abocada a su fase más cruenta, a medida que la esperada contraofensiva de las fuerzas de Kiev en el sur dé lugar a una “enorme batalla” y tenga que superar a unas tropas rusas cada vez más atrincheradas.
Un alto cargo del Pentágono de EEUU informó el pasado viernes a los periodistas de que los ucranianos están logrando avances, “tomando porciones de pueblos, y realmente han dado una buena batalla a los rusos en el terreno”. El Ejército ucraniano ha asegurado este jueves que han recuperado tres pueblos en la región, recoge el Kyiv Independent.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó la semana pasada que los objetivos geográficos de la “operación especial militar”, eufemismo con el que Moscú se refiere a su invasión, han cambiado y ya no están en el este, sino también en las regiones del sur de Jersón y Zaporiyia, que ya están ocupadas parcialmente por el Ejército de Putin.
Según informó hace unos días la agencia de noticias rusa Tass, las autoridades de ocupación de Jersón han avanzado en sus planes de celebrar un referéndum sobre la adhesión a Rusia, y las autoridades han formado un comité electoral para prepararlo. El Gobierno de Kiev lleva tiempo advirtiendo de estas intenciones.
“Tenemos una enorme sensación de urgencia, junto con los ucranianos y nuestros aliados, en lo que respecta tanto a la batalla en el Donbás como al destino de Jersón y el sur de Ucrania”, dijo el representante del Pentágono a la prensa el pasado viernes. “Queremos asegurarnos de que seguimos apoyando a los ucranianos para que mantengan su acceso al mar Negro. Y estamos muy alarmados por los planes rusos de anexionar potencialmente más territorio. Por tanto, hay una gran sensación de urgencia”
Este fin de semana, el presidente Zelenski se reunió con una delegación de la Cámara de Representantes de EEUU. En una entrevista con Politico, el congresista demócrata Adam Smith explicó que las autoridades ucranianas quieren llegar a un acuerdo de paz con los Rusia, pero primero deben recuperar las tierras que han capturado, particularmente en el sur. “Hay que ayudarles ahora todo lo posible. Las próximas tres a seis semanas son cruciales”, dijo, transmitiendo el principal mensaje que escuchó de Zelenski y otros. Según el medio, a medida que se acerque el invierno, las temperaturas más frías y las condiciones extremas pueden ralentizar los combates hasta convertirlos en una guerra de desgaste.