La operación de la UE en el Mar Rojo repele once ataques de los hutíes en dos meses: “No es un juego”

“No estamos hablando de un juego, están repeliendo ataques, fuego real”. Con esas palabras ha defendido el alto representante, Josep Borrell, la operación que la UE puso en marcha en el Mar Rojo para defender a las embarcaciones que transitan por una de las mayores rutas comerciales del mundo de los ataques “indiscriminados” de los hutíes. El jefe de la diplomacia europea, que ha comparecido en Bruselas junto al mando de la Operación Aspides, el almirante griego Vasileios Gryparis, ha cifrado en 68 los barcos que ha escoltado la misión en estos dos meses y en once, los ataques repelidos.

“Tiene un mandato defensivo”, ha reiterado Borrell en su presentación. “Estamos vigilantes y esperando”, ha explicado el mando militar, que ha dejado claro que son “pacientes” y que no actúan hasta que reciben un ataque. “Ha sido muy claro, tienen que esperar a ser disparados para reaccionar”, ha apostillado el alto representante. Esa es la gran diferencia de la operación europea respecto a la lanzada por Estados Unidos y Reino Unido, y a la que inicialmente se planteó que se uniera la UE.

Ninguno de los dos ha descartado que en el futuro se pueda ampliar la operación que por el momento cuenta con cuatro buques enviados por Francia, Alemania, Grecia e Italia. Borrell se ha mostrado confiado en que la misión pueda terminar “pronto”. Por el momento está planificada para un año y tiene un coste de 8.000 millones de euros. “Es una arteria vital para nosotros. No podemos dejar esta parte del mundo sin protección”, ha señalado.

Los ataques de los hutíes, que comenzaron tras la respuesta de Israel a los atentados de Hamás sobre la Franja de Gaza, han provocado que buena parte del comercio que transitaba por esa zona se haya trasladado incrementando entre diez y 14 días el viaje. “El coste de un carguero de China a Europa se ha duplicado. El seguro de transporte se ha elevado un 60%”, ha señalado Borrell, que ha recordado que “antes de la crisis el 13% del comercio mundial transitaba por el Mar Rojo” mientras que ahora se ha reducido a la mitad. “Era necesario intervenir”, ha agregado el jefe de la diplomacia europea, que se ha mostrado “orgulloso” de que estuviera en marcha un mes después del primer debate sobre la operación.

“Está cumpliendo los tres mandatos: proteger a las embarcaciones, acomapañar a los barcos y reforzar la seguridad marítima”, ha agregado Borrell. El almirante, por su parte, ha descartado que tengan “contacto directo” con los hutíes y también ha explicado que los barcos que ha enviado Rusia “no están interfiriendo” con la operación.

Por su parte, Borrell ha descartado que la operación esté relacionada con la guerra en Gaza por parte de la UE, aunque ha reconocido que los hutíes apoyan a Hamás y que sus ataques comenzaron como represalia por la masacre sobre la población palestina. “Tenemos un objetivo estratégico, que es proteger la vida de los marineros, asegurar la libertad de navegación y proteger el comercio internacional”, ha rematado.