La oposición venezolana vuelve a recibir el Premio Sajarov a la libertad de conciencia que cada año entrega el Parlamento Europeo. En esta ocasión, el candidato Edmundo González, hoy exiliado en España, y la líder antichavista María Corina Machado, propuestos por el Partido Popular Europeo y los Conservadores y Reformistas (ECR) que lidera el partido de la ultraderechista Giorgia Meloni, han sido los laureados. Entre los finalistas también estaban las organizaciones feministas Women Wage Peace y Women of the Sun de Israel y Palestina (defendidas por los socialdemócratas y los liberales) y el opositor azerí Gubad Ibadoghlu (impulsado por los verdes).
El anuncio del premio lo ha hecho la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, tras la decisión que se ha tomado en la Conferencia de Presidentes (el organismo análogo a la Junta de Portavoces del Congreso) con el respaldo del Partido Popular Europeo y las fuerzas de la ultraderecha. El resto de grupos han optado por los demás candidatos.
Metsola ha presentado a Edmundo González como “presidente electo representando a todos los venezolanos fuera y dentro de Venezuela”. Tras una ovación, la maltesa ha asegurado que ambos “luchan por restaurar la libertad y la democracia”. “Ante la injusticia, Edmundo y María han seguido luchando por una transición, libre, justa y pacífica del poder y han apelado a aquellos valores que miles de venezolanos aman”, ha agregado Metsola.
El premio para los opositores venezolanos llega después de que Edmundo González se exiliara en España con el beneplácito del Gobierno de Nicolás Maduro tras la investigación abierta por la Fiscalía por supuestamente “instigar insurrección” tras las elecciones. La oposición venezolana denunción un “fraude” en los comicios después de que la autoridad nacional diera la victoria a Maduro. Los opositores aseguran que las actas demuestran la victoria de González en las elecciones del pasado 28 de julio.
El Parlamento Europeo reconoció a González como presidente electo de Venezuela con los votos del PPE y los ultras. La UE no ha dado ese paso y la comunidad internacional se centra en este momento en presionar a Maduro para que publique las actas. De hecho, no reconoce la victoria de Maduro. “El Consejo Europeo sigue sumamente preocupado por la situación en Venezuela y por las violaciones de los derechos humanos denunciadas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Insta a las autoridades venezolanas a que respeten la voluntad democrática del pueblo venezolano y pongan fin a la violencia, la represión y el acoso a la oposición y a la sociedad civil. Los presos políticos deben ser liberados. Solo se aceptarán y reconocerán unos resultados que sean completos y verificables de manera independiente”, señalaron los líderes de los 27 en las conclusiones de la cumbre celebrada la semana pasada.
La oposición venezolana ya recibió el premio Sarajov en 2017. En aquel momento los galardonados fueron Julio Borges, entonces presidente de la Asamblea Nacional, y los presos políticos, entre ellos Leopoldo López o Antonio Ledezma. La entrega del premio, que más allá de lo simbólico supone una dotación de 50.000 euros, se realizará en una ceremonia en Estrasburgo en diciembre. El pasado año las laureadas fueron Mahsa Amini y el movimiento de mujeres en Irán y el anterior, el pueblo ucraniano tras la invasión rusa del país.
En esta ocasión, entre los finalistas también estaban dos organizaciones feministas que colaboran en Israel y Palestina y que buscan una solución pacífica al conflicto que pasa por el reconocimiento de los dos estados. El tercer nominado era Gubad Ibadoghlu, un abogado retenido en Azerbaiyán, donde ha denunciado la corrupción del Gobierno. Su candidatura la propuso el grupo de Los Verdes/ALE y Metsola ha recordado que su detención fue “arbitraria” y ha advertido del “deterioro” de su salud en un momento en el que se encuentra bajo arresto domiciliarlo. Al mencionar a los finalistas, los eurodiputados también han ovacionado.
La coordinación de los votos de populares, socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda permitieron excluir de la carrera al magnate y dueño de X (antes Twitter), Elon Musk, a quien habían propuesto los grupos de la ultraderecha Patriotas por Europa (del que forma parte Vox) y Soberanistas por Europa.