Viktor Orbán sigue bloqueando el sexto paquete de sanciones contra Rusia. Después de un mes argumentando problemas para embargar al petróleo ruso, y conseguir una exención al que le llega a Hungría en la cumbre de los líderes de la UE de este lunes y martes, ahora pone problemas a la nueva lista de personas sancionadas, que incluye al patriarca ruso, Kirill.
Los embajadores de los 27 ante la UE han sido incapaces de convertir en norma la decisión política de los jefes de Estado y de Gobierno de hace 48 horas porque el embajador húngaro ha sacado un argumento que el propio primer ministro se guardó en el Consejo Europeo: su oposición a sancionar al patriarca ruso. Así, cuando se preveía una reunión casi de trámite para aprobar el paquete de sanciones enfilado por los líderes de la UE, se ha cerrado sin acuerdo, y se espera que este jueves –o viernes– puedan retomarla. Hungría ha planteado problemas en cuanto se ha abordado el asunto y, a partir de ahí, los embajadores han decidido aparcar el asunto hasta una nueva convocatoria.
Fuentes diplomáticas han explicado que la oposición de Hungría presenta dudas legales, en tanto que contradice lo acordado por el Consejo Europeo, a pesar de que el Consejo Europeo en sus conclusiones no recoge la lista completa de personas sancionadas.
Las sanciones incluyen al patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, calificado como “monaguillo de Putin” por el papa Francisco, al que Bruselas acusa a Kirill de ser “uno de los más importantes partidarios de la agresión militar rusa contra Ucrania”. Bruselas cita una serie de sermones en los que Kiril calificó la guerra de Putin de “operación especial de mantenimiento de la paz” o describió las acciones militares como “una guerra contra el mal” para la “purificación espiritual de Ucrania” en “una operación de limpieza religiosa”.
En la lista también aparece la familia del portavoz del Kremlin, Dimtri Peskov: la hija, Elizaveta; el hijo, Nikolai; y la esposa, Tatiana Navka, todos acusados ââde usar la riqueza y el dinero de Peskov, así como la supuesta pareja de Vladímir Putin, Alina Kabaeva.
En efecto, los líderes de la UE acordaron el lunes de madrugada un embargo parcial al petróleo ruso para superar el veto de Viktor Orbán. Los 27 pactaron en Bruselas dejar fuera del embargo el crudo por oleoductos para lograr el sí de Hungría, dependiente al 100% de los suministros rusos. Es decir, llegaron a un acuerdo político que supone dejar a Hungría fuera de las nuevas sanciones energéticas a Rusia –y también abarca a Eslovaquia y República Checa–, al que no se le aplica un plazo para la exención en las conclusiones pactadas por los líderes. En las sanciones también se habla del riesgo de distorsionar el mercado interior por el precio más barato del petróleo ruso por oleoducto en comparación con otros que lo reciben por barco desde otras latitudes –algo que sobre todo afectaría en el caso de que los suministros por oleoducto a Alemania y Polonia se prolongara mucho tiempo–.
A Hungría también le preocupa las alternativas de suministros. ¿Qué pasa si se corta el oleoducto porque lo corte Ucrania, Rusia o una bomba? Al final lo que se viene a decir es que si hubiera una interrupción del suministro, se prevén medidas excepcionales para garantizar el suministro. “Es importante tenerlo en cuenta”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel: “Hemos tenido en cuenta la seguridad del suministro para Hungría, por eso ha sido tan difícil el acuerdo. Ahora todo es más complejo. En segundo lugar, los embajadores hacen todo lo que está en su mano para abandonar la dependencia del combustible fósil ruso. La decisión de hoy tiene en cuenta la situación de los países sin salida al mar, no solo Hungría, y el miércoles los embajadores tendrán que adoptar un texto que siga los principios acordados hoy”.