Ucrania declara el estado de excepción tras el uso de la fuerza militar rusa contra tres buques ucranianos

EFE

El Parlamento ucraniano ha aprobado este lunes la propuesta presentada por el presidente, Petró Poroshenko, de imponer el estado de excepción en diez regiones del país durante 30 días, tras el incidente naval con Rusia en el mar Negro.

La moción ha sido apoyada por 276 diputados, 50 más del mínimo necesario, por lo que el estado de excepción ha entrado en vigor con efecto retroactivo a las 14:00 horas (hora local), según informan medios locales. El presidente, que no ha podido intervenir en la sesión porque los diputados de varios partidos bloquearon la tribuna, ha tenido que modificar su primera propuesta para lograr el respaldo de la Cámara.

Según la nueva propuesta, el estado de excepción estará en vigor durante sólo 30 días –y no 60, como al principio– y no incluye la movilización de tropas, ni total ni parcial. Tampoco introduce cortapisas a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Además, no se aplicará a toda la geografía nacional, sino en diez regiones costeras o limítrofes con Rusia -incluidas Donetsk y Lugansk, escenario de conflicto armado desde 2014- y Moldavia, y en el propio mar de Azov. Es decir, en las zonas más amenazadas por una posible agresión del país vecino.

“El estado de excepción no significa la declaración de guerra. Se introduce exclusivamente para reforzar la defensa de Ucrania en el marco de la creciente agresividad por parte de Rusia”, ha subrayado el mandatario, destacando que tampoco se trata de renunciar al arreglo político-diplomático en el este del país.

Ante las acusaciones de Rusia de que Poroshenko intenta aplazar así las elecciones –las encuestas no le garantizan la reelección en marzo próximo–, explicó que su decisión de reducir a 30 días el período de excepción se debe precisamente a su deseo de no entorpecer la campaña presidencial. El Parlamento también ha aprobado este lunes una disposición legal que confirma que las elecciones se celebrarán el próximo 31 de marzo.

En un mensaje a la nación por televisión, Poroshenko ha alertado sobre una “grave amenaza” de invasión rusa de Ucrania: “Los datos de inteligencia hablan de una amenaza extremadamente grave de operación terrestre contra Ucrania. La escopeta que cuelga de la pared tiene que disparar tarde o temprano. Y ahora hablamos de aviones, helicópteros, tanques, baterías de misiles”.

Poroshenko, que ha hecho esta declaración tras el apresamiento de tres buques de la Armada ucraniana en el mar Negro por navíos de guardacostas rusos, ha destacado que las fuerzas rusas desplegadas a unos pocos kilómetros de la frontera “están preparados para invadir inmediatamente y en cualquier momento el territorio de Ucrania”.

Algunos políticos y analistas recuerdan que el estado de excepción no llegó a imponerse en Ucrania ni siquiera después de la anexión rusa de la península de Crimea o de la sublevación prorrusa en el este del país. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha criticado los planes de Ucrania de imponer el estado de excepción, llamando a los socios occidentales de Kiev a “calmar” a las autoridades ucranianas.

La OTAN, sobre Rusia: “No hay justificación”

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha cargado este lunes contra el Gobierno de Vladimir Putin por hacer un uso “no justificado” de la fuerza al haber atacado a dos buques y un remolcador ucraniano en el estrecho de Kerch. “No hay una justificación para el uso de la fuerza militar contra barcos y personal naval ucranianos”, ha asegurado el secretario en una reunión extraordinaria de la OTAN con Ucrania.

Tras estudiar la información facilitado por Ucrania, Stoltenberg ha calificado de “muy grave” el incidente y ha culpado a Rusia de seguir “desestabilizando el este de Ucrania”: “Lo que vimos ayer es muy grave, porque vimos que Rusia en realidad utilizó la fuerza militar contra Ucrania de forma directa. Vimos que dispararon contra barcos ucranianos, que confiscaron y capturaron barcos y a su personal y que varios de los que capturaron están heridos”.

“Pedimos a Rusia que libere inmediatamente a los marinos y barcos ucranianos incautados ayer, y pedimos calma y moderación”, ha recalcado el secretario general de la OTAN.

Rusia ha acusado en la ONU al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, de orquestar esta nueva crisis con el objetivo de cancelar las elecciones previstas para el próximo marzo y mantenerse en el poder.

“Todos sabemos de qué se trata esto. Se trata de cancelar las elecciones pese a las promesas de lo contrario”, ha asegurado el embajador adjunto ruso ante Naciones Unidas, Dmitri Polyanskiy, en una reunión del Consejo de Seguridad.

Según Polyanskiy, la declaración del estado de excepción firmada este lunes por Proshenko va en esa línea y esa medida será “por supuesto extendida” en el tiempo.

El diplomático ruso ha asegurado que el choque de este domingo en la zona que conecta el mar Negro y el mar de Azov (estrecho de Kerch) fue una “provocación planeada previamente” por Kiev con el apoyo de potencias occidentales. El objetivo de Poroshenko, ha apuntado, es “acusar otra vez a Rusia de todo” e inflar su popularidad presentándose como el “salvador” de su país.

La tensión en el estrecho de Kerch se disparó desde que Moscú construyó en mayo el puente de Crimea que une con el territorio ruso esta península anexionada por Moscú, tras lo que se redoblaron las inspecciones de los buques ucranianos, lo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos en la zona.

Polyanskiy ha presentado ante el Consejo de Seguridad la versión rusa de lo ocurrido este domingo, insistiendo en que tres buques ucranianos violaron sus aguas territoriales.

Según aseguró, los marineros ucranianos heridos por fuerzas de su país han recibido atención médica y sus vidas no corren peligro, mientras que las embarcaciones están en puertos rusos en el marco de una investigación penal.

Por su parte, el embajador de Ucrania ante la ONU, Volodymyr Yelchenko, ha llamado a la comunidad internacional a endurecer las sanciones contra Rusia tras el choque entre fuerzas navales de los dos países. En declaraciones a los periodistas, Yelchenko, ha asegurado que el refuerzo de sanciones es “la única vía, porque Rusia no entiende ningún otro lenguaje”.

El diplomático se ha expresado así a su llegada a una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Yelchenko ha confiado en que una mayoría de los países del Consejo condene “las provocaciones rusas” y ha insistido en que la situación es muy “peligrosa”.