“Invitación”. Es la palabra que no estaba hace dos días en el comunicado de la OTAN aprobado este martes en la cumbre de Vilna (Lituania). Pero al final ha entrado, a pesar de las reticencias de Estados Unidos y Alemania, según fuentes conocedoras de la negociación: los bálticos y Polonia han sido los principales aliados del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su aspiración por cruzar las puertas de la OTAN. Y sólo se puede entrar en la OTAN con “invitación”. Así lo ha comunicado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una comparecencia tras la primera jornada de la cumbre: “La invitación se enviará cuando se cumplan las condiciones. Hay que comprender el tipo de modernización de las institución, el refuerzo de la gobernanza, la corrupción y las fuerzas armadas. Estamos trabajando en ello, en modernizar las instituciones y la interoperabilidad entre ejércitos acordada. Pero también hay una guerra en Ucrania, cuando hay una guerra no es el momento para convertirse en miembro de la Alianza. Al final, tienen que ser los aliados los que acuerdan, es como tomamos las decisiones en la OTAN. Incluimos la palabra 'invitación' y pondremos los medios para que Ucrania pueda entrar en la OTAN”.
¿Y qué dice exactamente el comunicado? “La Alianza apoyará a Ucrania en la realización de reformas en su camino hacia la futura adhesión. Estaremos en condiciones de cursar una invitación a Ucrania para que se adhiera a la Alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”.
En efecto, la palabra “invitación” lleva otras por delante y por detrás, que son las que no terminan de convencer al presidente ucraniano. Los 31 aliados acompañan el concepto con dos ideas: que se den las condiciones adecuadas –básicamente, cuando acabe la guerra– y que, entonces, debe haber un acuerdo de los miembros para ello.
Eso sí, los aliados no señalan un calendario ni unos plazos concretos, lo que ha desatado las críticas de Zelenski: “Ucrania merece respeto. Ahora, de camino a Vilna, hemos recibido señales de que se está discutiendo una redacción sin Ucrania. Y quiero subrayar que se trata de una redacción sólo para una invitación, no para la adhesión de Ucrania. Es inaudito y absurdo que no haya un calendario ni para la invitación ni para la adhesión de Ucrania; y que se añadan extraños términos sobre ”condiciones“ incluso para la invitación de Ucrania... Parece que no hay voluntad de invitar a Ucrania a la OTAN ni de convertirla en miembro. La incertidumbre es una debilidad. Y hablaré de esto con franqueza en la cumbre”.
Zelenski ha llegado este martes por la tarde a Vilna, donde tiene previsto cenar con el resto de aliados para mañana asistir, por primera vez, al Consejo OTAN-Ucrania, órgano de nueva creación que forma parte del paquete de seguridad reforzada a Ucrania aprobado por los miembros de la OTAN en la cumbre.
Además de ese consejo, los miembros de la OTAN han estado negociando el concepto de “garantías de seguridad bilaterales” entre los diferentes miembros y Kiev. La fórmula, que también le parece poco a Ucrania y a algunos de sus principales aliados, como Polonia, es la misma que se estaba utilizando con Finlandia y Suecia antes de su ingreso en la Alianza. ¿Por qué? Porque sólo pueden darse garantías entre países de la OTAN y países de fuera; la OTAN como entidad en sí misma no puede comprometerse así con un tercer país. Al final, el concepto no aparece en el comunicado definitivo.
Otro asunto que también ha conseguido Zelenski es la simplificación de los procedimientos de ingreso de Ucrania. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha anunciado este martes que los integrantes de la Alianza Atlántica han acordado suprimir el Membership Action Plan (MAP, en sus siglas en inglés): significa que el Gobierno ucraniano no tendría que participar en un programa de varios años para demostrar que ha llevado a cabo las reformas militares, económicas y políticas necesarias para unirse a la alianza militar. “En lugar de dos pasos para ser miembro, habrá uno”, ha dicho Stoltenberg: “Esto es lo que hemos quitado ahora. Es una diferencia significativa con la cumbre de 2008, y también el programa de ayuda a Ucrania”.