El Ejército de Israel ha atacado en la madrugada del domingo diversas posiciones al sur de Siria, con artillería y por aire, tras el lanzamiento horas antes de dos tandas de seis cohetes hacia su territorio. Tres de ellos cruzaron la frontera con Israel y uno llegó a impactar en una zona despoblada. Los ataques desde Siria son poco frecuentes, pero en este caso habrían ocurrido tras los crecientes bombardeos israelíes en ese país árabe, donde suele atacar objetivos vinculados a grupos armados libaneses e iraníes.
El lanzamiento de estos cohetes desde Siria a Israel es el primero desde 2019 y coincide además con el mayor episodio de tensión en la zona desde 2006. Éste comenzó tras un fuerte intercambio de fuego entre el Ejército israelí y milicias palestinas en la Franja de Gaza y el sur de Líbano, desencadenados por la represión este miércoles hacia los fieles palestinos por parte de la policía israelí en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén este ocupado.
El Ejército israelí ha atacado un complejo militar, así como sistemas de radares y puestos de artillería de las Fuerzas Armadas de Siria en el sur del país. “Israel ve al Estado sirio como responsable de todas las actividades que ocurren dentro de su territorio y no permitirán ningún intento de violar la soberanía israelí”, ha señalado el Ejército de Israel, país que mantiene una fuerte hostilidad con el régimen sirio de Bachar al Asad, también aliado de Irán.
Por el momento, ningún grupo se ha atribuido aún el disparo de estos cohetes desde Siria, aunque el canal libanés Al Mayadeen apuntó a las Brigadas Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, ha informado de que personas no identificadas lanzaron dos cohetes desde la gobernación fronteriza de Quneitra.
Esta población, adyacente a los Altos del Golán, está en manos del Gobierno sirio y cuenta con una creciente presencia de milicias proiraníes aliadas del mismo, además de un despliegue del grupo chií libanés Hizbulá. Israel ha intensificado sus ataques aéreos en territorio sirio durante el último mes y el pasado martes atacó uno de los suburbios de Damasco, en un incidente que, según información de la agencia oficial de noticias siria SANA, se saldó con la muerte de dos civiles.
El jueves, una treintena de cohetes fueron lanzados contra Israel desde el sur de Líbano, a lo que el Gobierno de Bejamin Netanyahu también respondió con ataques similares contra las milicias de Hamas tanto en Gaza como en el Líbano. El Gobierno de Israel también anunció este sábado que desplegaría tropas del Ejército en las calles de Tel Aviv tras el ataque que en la jornada anterior se había saldado con un turista italiano fallecido y otras siete personas heridas.
Tensión en Jerusalén
Con la escalada de tensión de fondo, cientos de palestinos se han atrincherado en la madrugada de este domingo en la Mezquita de Al Aqsa de Jerusalén tras el rezo de medianoche en pleno Ramadán. El encierro ha coincidido con la asistencia de miles de judíos este domingo por la mañana al cercano Muro de las Lamentaciones para participar en la tradicional Birkat Kohanim, una bendición sacerdotal masiva que se produce en mitad de Pésaj, la Pascua Judía.
Ante esta situación, la Policía israelí ha descartado el desalojo de Al Aqsa para evitar enfrentamientos como los vividos el pasado miércoles y jueves, que se saldaron con 350 detenidos y 30 heridos.
Según sus normas religiosas, los judíos no pueden rezar dentro de la Explanada de las Mezquitas, o el Monte del Templo para ellos porque se cree que ahí mismo se levantó el Segundo Templo, el lugar por tanto más sagrado para el judaísmo donde solo pueden orar algunos rabinos. Por ello, los judíos oran desde el cercano Muro de las Lamentaciones, mirando hacia donde se ubicó el templo.
Sin embargo, en las últimas décadas, en paralelo al auge del sionismo religioso, cada vez más rabinos instan a entrar a la Explanada a rezar violando el statu quo acordado por Israel con Jordania en 1967, según el cual solo los musulmanes pueden orar en el recinto -el tercero más sagrado para el islam-, donde los judíos solo pueden entrar como visitantes.
De hecho, para evitar tensiones, Israel suele prohibir la entrada de judíos a la Explanada de las Mezquitas durante el Ramadán, pero grupos sionistas religiosos -en general alineados con el movimiento colono- han presionado para poder entrar esa semana de Pésaj, unas de las fiestas judías más importantes.
Los rezos de Ramadan y el Pésaj coinciden esa semana también con la Semana Santa católica, que hoy celebra también en la Ciudad Vieja de Jerusalén el Domingo de Resurrección, con misas y procesiones en torno al Santo Sepulcro.