Dos petroleros habrían sido atacados este jueves por torpedos en el Golfo de Omán, según ha informado la Quinta Flota de Estados Unidos, que ha asegurado estar prestando “asistencia” a los buques tras las llamadas de socorro. El presunto ataque ha incendiado los buques, cuya tripulación ha tenido que ser evacuada. Este incidente llega un mes después de que otro ataque similar agravara las tensiones en la región, una de las rutas petroleras más importantes y transitadas del mundo.
Uno de los petroleros ha sido identificado como 'Front Altair', con bandera de las islas Marshall, transportaba 75.000 tonedas de nafta. Es propiedad del armador noruego Frontline y hacía la ruta Catar-Taiwán. Según ha informado la autoridad marítima de Noruega, el barco registró al menos tres detonaciones antes de que comenzara el incendio que obligara al desalojo de sus 23 tripulantes.
El segundo buque es el 'Kokuka Courageous', operado por la compañía japonesa Kokuka Sangyo. Con bandera panameña, transportaba 25.000 toneladas de metanol desde Arabia Saudí a Singapur. El ataque se habría producido cuando el barco atravesaba el límite de las aguas territoriales de ambos países, a unas 30 millas de la costa Jask, a donde se ha trasladado a los 21 tripulantes rescatados de esta embarcación.
En un primer impacto, el navío nipón sufrió daños en la sala de máquinas, donde comenzó el incendio. Tras un segundo impacto, también a babor, el capitán dio orden de abandonar el buque y sus 21 tripulantes, de nacionalidad filipina, han podido ser rescatados por una embarcación y un helicóptero iraníes.
El suceso coincide con la visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe, en Teherán, unas reuniones programadas con el objetivo de rebajar las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán. Es por eso que en unas primeras declaraciones, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, ha calificado los dos incidentes de “sospechosos”.
Los buques salían del estrecho de Ormuz, a 25 y 30 millas de la costa de Irán, cuando sufrieron en ataque. Un buque iraní ha socorrido a los 44 tripulantes de ambas naves, y los ha trasladado al puerto de Jask, también zona iraní. No hay víctimas registradas y se desconoce la autoría del presunto ataque.
Sin embargo, el secretario del Departamento de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha acusado a Irán de estar detrás de los ataques: “La valoración del Gobierno de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques ocurridos hoy en el golfo de Omán”, ha dicho en un breve comparecencia ante los medios de comunicación.
Pompeo ha justificado sus palabras en los “informes de inteligencia, las armas empleadas, el nivel de conocimiento necesario para ejecutar la operación, los ataques similares contra buques perpetrados por Irán recientemente y el hecho de que ningún grupo rebelde de la zona tiene los recursos para actuar con tal nivel de sofisticación”.
Asimismo, Pompeo ha recordado cómo Teherán amenazó con bloquear el estrecho de Ormuz después de que Washington endureciera el embargo contra el petróleo procedente de Irán y ha afirmado que con estos ataques Irán pretende “cumplir esta promesa”.
“Si se los considera como un todo, estos ataques sin provocación previa representan una clara amenaza para la paz y la seguridad, una violación patente de la libertad de navegación y una inaceptable campaña para aumentar las tensiones por parte de Irán”, ha indicado Pompeo.
Aumento de las tensiones en la zona
Hace exactamente un mes, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí denunciaron el sabotaje de cuatro buques en el Golfo Pérsico, y señalaron a Irán como posible autor de los ataques. El incidente provocó a una escalada de tensión en la región, con la decisión del Gobierno estadounidense de desplazar hasta la zona el buque de asalto anfibio 'USS Arlington' y el portaaviones 'USS Abraham Lincoln'.
Finalmente, tras varias semanas y una cumbre regional organizada por Arabia Saudí para denunciar las supuestas maniobras de Irán, Washington dio por conjurado el riesgo de nuevos ataques en la zona.
Sin embargo, los incidentes de hoy amenazan con volver a calentar los ánimos, además de generar turbulencias en los mercados. El petróleo se disparó a primera hora del día. El barril de Brent subió un 3,22 % frente al precio de apertura, situándose en 60,62 dólares, y el barril de Texas escalaba un 3,03 % (1,55 dólares) cotizando a las 09.05 hora local (13.05 GMT) en 52,69 dólares.