“Parece que los policías argentinos nunca vieron CSI”. La frase de Jorge Lanata, el periodista estrella de la televisión de Argentina, resumía lo que mostraban las imágenes. Un vídeo grabado por la Policía Federal durante el operativo que siguió al descubrimiento del cadáver del fiscal Alberto Nisman muestra cómo se contaminó la escena del hecho, cómo se desatendieron o se modificaron pruebas. En la grabación, difundida este domingo por la noche, se ve incluso a dos agentes limpiando la pistola ensangrentada con papel higiénico del baño del fallecido.
De acuerdo con la mayoría de los peritos de la junta médica –no hay pleno acuerdo sobre esto– Alberto Nisman murió la mañana del domingo 19 de enero de 2015. Mucho más tarde, cerca de las diez de la noche, su madre y un custodio lo hallaron en el baño de su piso con un disparo en la cabeza. El trabajo de la policía comenzó poco después y se extendió hasta el día siguiente, el día en el que el fiscal iba a presentar una denuncia contra la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento en el caso del atentado a la mutual judía Amia en el que murieron 84 personas.
Desde el principio corrieron rumores de que la escena del hecho había sido modificada y que gran cantidad de personas se agolparon en el apartamento de Nisman esa madrugada. Incluso se dijo, aunque fue desmentido, que los testigos y policías se habían hecho un café en la cocina del muerto. Pero lo que ahora sí se sabe, gracias a las imágenes difundidas por el programa Periodismo para Todos, es que se cometieron toda serie de irregularidades: agentes tomando huellas sin guantes, trabajando en la mesa de la cocina del fiscal sin resguardarla, dejando huellas o borrando otras que podían ser la clave para saber si se trató de un suicidio o un asesinato.
Errores fundamentales
De la grabación completa, que dura unas cuatro horas, fueron emitidas algunas partes editadas para mostrar los errores más graves, y sin que se viera en ningún momento el cuerpo del Nisman. La fiscal del caso ha defendido hoy la actuación de las fuerzas policiales, aunque en la grabación se la ve incluso a ella dejando marcas en el suelo después de pisar el charco de sangre del baño, modificando así una escena que podía ser reveladora para los peritos.
Viviana Fein ha justificado también una de las imágenes más polémicas del vídeo, donde se ve a los policías manipular el arma del crimen de tal manera que se manchan de sangre partes que estaban limpias y en las que incluso se les ve sacar papel higiénico del baño del fallecido para limpiar la pistola. El objetivo, según Fein, era asegurarse de identificar el arma para que no hubiera dudas sobre esa prueba. El problema es que la sangre –y después la limpieza– borraron cualquier otra huella que pudiera haber habido en la Bersa Thunder calibre 22.
La grabación inédita ha tenido un gran impacto informativo en Argentina en un momento en el que el parecía bajar la repercusión del caso, y vuelve a sembrar dudas sobre la investigación. Los expertos consultados por varios medios escritos destacan que las personas que ingresaron a la vivienda deberían haber usado la protección adecuada (trajes, barbijo, guantes, cobertura para los pies y la cabeza) para “garantizar que no se perdieran o alteraran indicios, que no se incorporaran elementos a la escena, que no contaminara el lugar”.
El vídeo muestra incluso cómo una perito retira dinero y documentación de la caja fuerte sin guantes. Y también el momento en el que varios agentes revisan el contenido del cesto de basura, del que sacan restos de alimentos y los apoyan en una mesa de la cocina.
Otra de las polémicas es que el vídeo policial contiene cortes, cuando, según el programa, lo correcto en estos casos es que se trate de una filmación sin interrupciones. A ello se suma la presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni, que llegó al lugar de los hechos antes que la propia fiscal.
Un informe preliminar de la pericia informática que fue entregada la semana pasada a la fiscal Viviana Fein menciona “modificaciones” en el ordenador personal del fiscal Alberto Nisman y accesos remotos y locales en la última semana de vida. Esos accesos remotos ya habían sido denunciados por la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado.
Pero el verdadero misterio es el de los registros de conexiones de dispositivos USB que reveló el diario La Nación y que MarceloTorok, perito de Diego Lagomarsino, colaborador de Nisman y dueño del arma que lo mató –y único imputado por su muerte– sostiene que deben ser “debidamente analizados” por la hora en la que fueron hechos. De acuerdo con la información publicada, tres pendrives fueron conectados en la laptop de Nisman al mismo tiempo el domingo 19 de enero a las 20.07. Las pericias indican que el fiscal falleció entre las 10 y las 12 de la mañana de ese día. Y su madre, la primera persona en entrar en la vivienda tras la muerte, lo hizo a las 10 de la noche.