Una política ultra israelí insinúa que los médicos podrían negarse a tratar a pacientes homosexuales

EFE / elDiario.es

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Polémica en Israel a raíz de las declaraciones de una diputada del partido ultranacionalista Sionismo Religioso y previsiblemente futura ministra, Orit Strok, quien ha insinuado que los médicos podrían negarse a atender a personas que “contravengan su fe religiosa”, en alusión al colectivo LGTBI.

“Si se le pide a un médico que brinde algún tipo de tratamiento a alguien que viola su fe religiosa, si hay otro médico que puede hacerlo, entonces no se puede obligarlo a brindar tratamiento”, dijo Strock este domingo en una entrevista con la radio pública israelí de Kan, desatando reacciones de todo el arco político.

Incluso el próximo primer ministro y líder de Likud, Benjamín Netanyahu –en cuyo gobierno estará Strok–, ha expresado su “total rechazo” a esos comentarios, aunque el pacto provisional de coalición entre el Likud y Sionismo Religioso incluye una cláusula en este sentido que modificaría la actual ley contra la discriminación anti-LGTBI, según se ha filtrado a la prensa.

Tras negarlo en un primer momento, fuentes del Likud han admitido que, dentro del pacto de coalición con el partido de extrema derecha, se encuentra una cláusula que permitiría que dueños de negocios se nieguen a atender a personas LGTBI si va en contra de sus creencias religiosas, pero que su partido no tiene intención de aplicarla.

“No discriminaremos a las personas LGBTI ni dañaremos los derechos de los ciudadanos israelíes. En el país que voy a liderar, no habrá ninguna situación en la que una persona, ya sea árabe, LGBTI, ultraortodoxo o cualquier otra persona, vaya a un hotel y se le niegue la entrada o acuda a un médico y no reciba servicio. Esto no sucedió en mis 15 años como primer ministro y tampoco sucederá ahora”, ha dicho Netanyahu.

Controversia

Strok ha dicho que las leyes contra la discriminación son “justas y correctas” porque crean una sociedad más “justa, igualitaria, abierta e inclusiva”, pero, sostiene, “hay una cierta desviación en la que se pisotea la fe religiosa y queremos enmendarla”, ha asegurado la próxima ministra de Proyectos Nacionales, con autoridad sobre el departamento de Cultura Judía.

La controversia se ha encendido tanto que incluso el presidente israelí, Isaac Herzog, ha llamado a Netanyahu para alertarle de los riesgos de socavar leyes igualitarias que se han logrado en Israel, que presume de ser el país más tolerante LGTBI de Oriente Medio.

“Una situación en la que los ciudadanos de Israel se sienten amenazados por su identidad o creencias socava los valores democráticos fundamentales del Estado de Israel. Los comentarios intolerantes escuchados en los últimos días contra la comunidad LGBT y contra diferentes grupos me preocupan y perturban mucho” afirmó Herzog el domingo por la noche en Twitter tras una conversación de varias horas con Netanyahu, según los medios.

Herzog se comprometió además a “actuar con todo el poder” como presidente para “prevenir daños a los diferentes segmentos de la población”.

El presidente de la Asociación Médica de Israel, Zion Hagay, también reaccionó e insistió en que los médicos en Israel “desafiarían cualquier intento de permitir el uso de prácticas discriminatorias en el tratamiento de pacientes”.

“El Estado de Israel es el Estado del pueblo judío, un pueblo que entregó su vida por su fe religiosa. Es inaceptable que, habiendo establecido un país después de 2000 años de exilio y de dar la vida por la Torá, este país llame a la fe religiosa 'discriminación'”, ha justificado la diputada Strock sobre la polémica postura de su partido, que fue la tercera fuerza más votada en las elecciones.