La Dirección General de Salud de Portugal (DGS) ha actualizado este miércoles sus recomendaciones sobre la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca/Oxford, que deja de estar limitada para mayores de 65 años “dada su seguridad, calidad y eficacia comprobadas”.
Portugal se convierte así en el último país europeo en dar luz verde para su uso en personas mayores impulsados por nuevos datos, después de que varios, entre ellos España, decidieran restringirla en un principio para este grupo de población una vez autorizada sin límite de edad por parte de la UE.
Las autoridades portuguesas justifican el cambio por la “divulgación de datos conocidos en los últimos días, que indican que la vacuna de AstraZeneca es eficaz en personas con más de 65 años”, apunta la DGS en un comunicado. Estos nuevos estudios, dice la dirección general lusa, basados ââen metodologías científicas “robustas”, han demostrado que el preparado de de la farmacéutica anglo-sueca es eficaz en personas con 70 o más años, bien en la prevención de la COVID-19, bien en la reducción de hospitalizaciones por esta enfermedad, “reforzando los datos iniciales de que esta es capaz de producir anticuerpos en el combate a la infección”, sostiene.
La nación lusa cambia de esta manera divulgó al respecto sobre esta vacuna a principio de febrero, cuando apuntó que esta vacuna debe utilizarse “preferentemente” para menores de 65 años, aunque, “en ningún caso se debe atrasar la inyección de una persona mayor de 65 años si solo está disponible la vacuna de AstraZeneca”.
De Italia a Suecia
Portugal se suma así al grupo de países europeos –Italia, Grecia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suecia o Francia– que en los últimos días también han recomendado usarla en mayores de 65 años, algo que ya había aconsejado la OMS en febrero, que teniendo en cuenta la totalidad de datos disponibles, recomendó su administración en este grupo de edad. En enero, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) autorizó también la vacuna a partir de los 18 años y sin límite de edad.
Los investigadores de Oxford que llevaron a cabo los primeros ensayos reclutaron a un número relativamente pequeño de participantes mayores de 65 años. Esto significó que, cuando se solicitó la aprobación a los organismos reguladores, había pocos datos sobre el grupo de mayor edad, lo que llevó a una serie de países europeos, entre ellos España, a restringir su uso en esta población, que también es la de mayor riesgo por su edad avanzada.
La semana pasada, las autoridades inglesas detallaron que datos preliminares apuntan a que las vacunas de Pfizer y de AstraZeneca, administradas en Reino Unido, reducen en torno a un 60% la aparición de síntomas de COVID-19 entre mayores de 70 años. Una sola dosis de las vacunas pueden reducir las hospitalizaciones en más de un 80%, según estos primeros datos, pendientes aún de la revisión por pares. Otro estudio elaborado examinando a los vacunados en Escocia también demostró que entre las personas de 80 años o más la vacunación se asoció con una reducción del 81% en el riesgo de ingreso hospitalario en la cuarta semana, cuando se combinaron los resultados de ambas vacunas.
Este lunes, Italia recomendó también el uso del preparado para las personas mayores de 65 años, según dijo el Ministerio de Salud en una circular. “La evidencia científica disponible (...) indica que, incluso en personas mayores de 65 años, la vacuna es capaz de brindar una protección significativa tanto contra el desarrollo de la enfermedad inducida por el SARS-CoV-2 como contra las formas graves o incluso mortales del COVID-19”. El país excluye a las personas mayores “extremadamente vulnerables” por determinadas patologías.
Lo mismo hizo Grecia. La Comisión Nacional de Vacunación griega anunció este lunes que aconsejará al Gobierno el uso del suero de AstraZeneca también en los mayores de 65 años tras los nuevos datos. “Es segura, crea una respuesta inmunitaria, es eficaz y protege a todos los vacunados”, dijo la presidenta Maria Theodoridou al explicar la decisión de revertir la política de vacunación existente.
El Consejo de Salud de Países Bajos también recomendó el lunes al Gobierno neerlandés que utilice la vacuna de la compañía anglo-sueca en la población mayor de 65 años, al igual que hizo la semana pasada Bélgica, que decidió administrarla a quienes tienen más de 55 años, a los que hasta entonces, por precaución, no se inoculaba este preparado. “La opinión de los expertos fue perfectamente clara. AstraZeneca es una vacuna excelente, también para las personas mayores”, dijo el ministro de Sanidad belga, Frank Vandenbroucke.
A este grupo se sumó el jueves Suecia, donde la Agencia de Salud Pública (FOHM) recomendó eliminar el límite superior de edad para el uso de la vacuna de AstraZeneca. Otros países europeos como Alemania y Francia han optado por una medida similar en los últimos días, una vez que se ha recibido más información sobre los efectos de esa vacuna en personas mayores.