El final del gobierno ultraconservador de Polonia, que relegó al país a los últimos puestos en derechos sociales en la Unión Europea, ha dejado este domingo una inusual escena en la televisión pública. Por primera vez en ocho años, dos activistas LGTBI se sentaban en uno de sus estudios. Y por primera vez, uno de sus presentadores les pedía perdón.
“Antes de empezar esta conversación deberíamos pronunciar algunas palabras”, ha asegurado el periodista nada más presentar a los activistas Maja Heban y Bart Staszewski. “Durante muchos años, en Polonia se han dicho cosas a numerosas personas por el simple hecho de que habían elegido identificarse por quién son y a quiénes aman”, ha continuado. “Las personas LGTBI no son una ideología, son personas, tienen nombres, familia y amigos”.
El presentador, que había leído hasta ese momento todas las palabras sin dejar de mirar a la cámara, ha afirmado entonces que “todas estas personas deberían escuchar en algún momento las palabras ‘lo siento’, así que aquí es donde me disculpo”. Y, mirando a sus invitados, pronuncia el “lo siento” que ha hecho historia en la televisión polaca.
“La disculpa de hoy por todos estos años de propaganda anti-LGTBI es un paso importante en el proceso para curar a la sociedad y recuperar la confianza”, ha escrito en X Staszewski. El activista también ha citado a Martin Luther King para decir que “la verdad duele, pero las disculpas curan” y ha añadido que restablecer la confianza en Polonia no requiere solo la verdad “sino también el valor para aceptarla”.
El pasado mes de noviembre, Polonia puso fin a ocho años de gobierno ultra conservador y nacionalista al desbancar en las urnas al Gobierno de Mateusz Morawiecki, del partido Ley y Justicia (PiS). El líder de Coalición Cívica, Donald Tusk, es el nuevo primer ministro y ha prometido revertir las políticas antieuropeistas de su predecesor, así como establecer un gobierno más liberal.
Entre sus objetivos está precisamente la reforma de la televisión pública para liberarla del control al que fueron sometidos sus contenidos durante el gobierno conservador. La TVP recibió entonces una importante cantidad de fondos gubernamentales, una donación que coincidió con el aumento de la propaganda y que llevó a uno de sus principales presentadores a declarar que se avergonzaba de sus contenidos.
Una parte importante de esa propaganda se había centrado precisamente en la comunidad LGTBI, convertida en la diana de una ofensiva por parte del anterior gobierno polaco en contra de sus derechos y que ha ido desde calificar a éstos como una “amenaza a nuestra identidad, nuestra nación y el Estado polaco”, en palabras del anterior viceministro.
La deriva ultra del país, con un partido del Gobierno que ha utilizado los ataques contra los derechos LGTBI a pesar de las sanciones de Europa, llegó a inspirar la declaración de “zonas libres de LGTBI” en diferentes provincias del país. Este último paso fue condenado por la Unión Europea, que congeló el envío de fondos a estas regiones por no respetar los derechos fundamentales de sus ciudadanos.