El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha intervenido en la Asamblea de la República de Portugal el día en que se celebra el 49 aniversario de la Revolución de los Claveles. Durante el pleno, los diputados portugueses han aplaudido y ovacionado en varias ocasiones al jefe de Estado brasileño, que ha hablado de la importancia de fortalecer las relaciones entre los dos países y ha condenado la invasión de Ucrania. Sin embargo, los miembros del partido de extrema derecha Chega han levantado banderas de Ucrania y carteles que decían “Basta de corrupción” y “El lugar del ladrón está en la cárcel”, a la vez que golpeaban la mesa cada vez que el presidente brasileño era aplaudido por el resto del hemiciclo portugués.
La protesta, que se ha mantenido a lo largo de la intervención, ha obligado al presidente del parlamento, Augusto Santos Silva, a reprender a los integrantes de Chega: “Basta de insultos, basta de avergonzar a las instituciones, basta de avergonzar el nombre de Portugal”. Santos Silva ha pedido a los miembros del partido de extrema derecha que “se comporten con civismo, cortesía y educación”, y se ha disculpado en nombre del Parlamento. Durante la sesión, también ha destacado la ausencia de los miembros de Iniciativa Liberal, a excepción de su portavoz parlamentario.
El presidente brasileño ha minimizado el episodio y lo ha calificado ante los medios portugueses como “una escena ridícula”. Además de la actitud de Chega, en los alrededores de la Asamblea se han dado dos manifestaciones, una a favor y otra en contra —convocada por Chega— del presidente de Brasil, que han sido controladas por los dispositivos de seguridad y han transcurrido sin incidentes.
Lula rechaza el extremismo
En el pleno, Santos Silva ha puesto en valor las intenciones de Lula da Silva de reforzar las relaciones entre ambos países, que se vieron pausadas durante los años de mandato de Jair Bolsonaro. También elogió al actual presidente brasileño por su contribución a “la reducción de la pobreza y las desigualdades en Brasil” y por defender las instituciones democráticas tras el asalto al Congreso de Brasil.
“El 25 de abril nos demuestra que un poder militar que se enfrenta a un pueblo que lucha por la libertad jamás podrá vencerlo”, ha dicho Lula da Silva en relación a lo sucedido en su país, las ideologías extremistas de Brasil y Europa y las “soluciones militares”, en referencia a la situación en Ucrania.
El presidente brasileño ha condenado la invasión rusa: “Creemos en un orden internacional basado en el derecho, el respeto y la soberanía nacional”; y ha insistido en la necesidad de “paz, diálogo y diplomacia”. Por su parte, Santos Silva ha recordado la postura portuguesa y ha dicho que Rusia “debe cesar hostilidades y retirarse de un país soberano”. Ambos políticos se han mostrado en sintonía en torno al acuerdo UE-Mercosur, un asunto que el presidente brasileño también tratará durante su visita a España.