Putin no asistirá al funeral del jefe de Wagner en Rusia tras el siniestro del avión en el que viajaba
El presidente ruso, Vladímir Putin, no acudirá al funeral del jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, que falleció cuando su avión privado se estrelló al norte de Moscú, el día 23, junto a su mano derecha, Dmitry Utkin, y otros cinco pasajeros, además de tres miembros de la tripulación.
“La asistencia del presidente no está prevista”, ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
El funeral podría tener lugar este martes o miércoles en el cementerio Serafímovskoe de San Petersburgo, pero Peskov ha aclarado que no dispone de información sobre la fecha de los funerales y que tanto la fecha como otros detalles de las exequias dependen de “los familiares y allegados” del jefe de Wagner.
La semana pasada, Putin había confirmado la muerte de Prigozhin y prometido una investigación del accidente aéreo en el que perdió la vida, y además había mandado sus condolencias a la familia.
Por su parte, las autoridades de San Petersburgo reforzaron hoy las medidas de seguridad en el cementerio Serafímovskoe, donde están sepultadas personalidades ilustres de Rusia, entre militares, artistas, científicos y políticos.
En ese camposanto yacen también los restos de los padres de Putin, un veterano de la Segunda Guerra Mundial y superviviente del asedio de Leningrado.
En la entrada del cementerio, custodiada por policías, este lunes han sido instalados unos detectores de metales, pero los visitantes pueden entrar libremente al recinto, aunque queda prohibido el ingreso con cámaras, según ha podido constatar la Agencia EFE-EPA.
Sin embargo, el medio ruso Fontanka, citando fuentes propias, ha indicado que este martes no están previstas celebraciones de misas de cuerpo presente, lo que indica que el entierro de Prigozhin no sería hoy.
El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) confirmó el domingo que se ha identificado el cadáver del jefe de Wagner y de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión, cuya identidad fue confirmada por los análisis comparativos de ADN.
De momento, se desconocen las causas del siniestro, entre las que se barajan una explosión a bordo, un fallo técnico o incluso un error de pilotaje. El Embraer Legacy 600 se estrelló a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú cuando volaba de la capital rusa a San Petersburgo en la tarde del miércoles 23 de agosto. El aparato se precipitó al suelo y quedó carbonizado, por lo que los cuerpos de sus ocupantes no eran reconocibles.
Algunos medios han señalado la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionadamente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea rusa, que protegen una residencia del presidente ruso, situada junto a la ruta que seguía el avión.
El Kremlin ha rechazado de manera rotunda las acusaciones de la oposición y las declaraciones de políticos occidentales de que Putin podría estar detrás del siniestro que acabó con la vida del hombre que lanzó una “marcha sobre Moscú” con miles de mercenarios y que supuso el principal desafío a su poder indiscutible en Rusia.
A pesar de rendir homenaje a la figura de Prigozhin un día después de su muerte, el presidente ruso afirmó que “cometió algunos errores graves en su vida, pero también alcanzó resultados necesarios”. Se cree que el mandatario se refería con “errores graves” a la rebelión del jefe de Wagner, al que también calificó como “hombre de talento”.
“Hasta donde yo sé, regresó ayer de África y se reunió aquí con algunos funcionarios”, aseguró Putin el 24 de agosto.
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