El Gobierno qatarí ha anunciado que ha logrado cerrar un acuerdo entre Israel y el grupo palestino Hamás para que medicamentos y otros suministros básicos sean entregados a los civiles en las áreas más afectadas por el conflicto en la Franja de Gaza, a cambio de que los rehenes israelíes que permanecen secuestrados en el enclave desde el pasado 7 de octubre puedan recibir también tratamiento médico.
En un comunicado, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Majed Al Ansari, ha detallado que ese acuerdo fue alcanzado gracias a “la mediación de Qatar en cooperación con la amiga República de Francia”. También ha informado de que los medicamentos y la ayuda humanitaria volarán desde Doha a bordo de dos aviones de las Fuerzas Armadas de Qatar hasta la localidad egipcia de Al Arish –donde se encuentra el aeropuerto más próximo al paso fronterizo de Rafah, la principal puerta de acceso de la ayuda a Gaza ya que Israel ha cerrado otros cruces desde su territorio–.
El acuerdo fue anunciado a última hora del martes y en la mañana del miércoles los cargamentos con suministros humanitarios y sanitarios han aterrizado en Egipto. Según la agencia de noticias AP, las medicinas destinadas a los rehenes serán entregadas al Comité Internacional de la Cruz Rojo (CICR) que las entregará a su vez a Hamás para que lleguen a los cautivos. El CICR, la ONU y el propio Israel han pedido que un equipo médico de la Cruz Roja pueda ver a los rehenes y comprobar su estado de salud –como ha hecho esta organización independiente en otros conflictos–, pero sus captores se han negado hasta el momento.
En el comunicado de anoche, Al Ansari no ha ofrecido más detalles sobre el acuerdo ni cómo se aplicará, pero ha querido señalar que “en el marco de los esfuerzos de Qatar para poner fin a la guerra en Gaza, continúan los esfuerzos con los socios regionales e internacionales, en concreto para las cuestiones humanitarias y las evacuaciones médicas” desde la Franja, de donde cada día están saliendo algunos de los heridos palestinos para recibir tratamiento en Egipto.
Qatar logró el único acuerdo de tregua entre Israel y Hamás en los más de tres meses de conflicto, que posibilitó la liberación de un centenar de rehenes capturados en suelo israelí a cambio de la excarcelación de más de 200 presos palestinos. El alto el fuego estuvo en vigor una semana a finales de noviembre y, desde entonces, todos los intentos –incluidos los de Egipto– de lograr un nuevo entendimiento entre Israel y Hamás han fracasado. Desde esa tregua, la situación humanitaria en Gaza ha empeorado considerablemente, con cerca del 90% de la población desplazada de sus hogares y la mayoría de los 2,3 millones de habitantes que pasa hambre, según la ONU.
“A medida que aumenta el riesgo de hambruna y hay cada vez más personas expuestas a brotes de enfermedades mortales, urge un cambio fundamental en el flujo de la ayuda humanitaria a Gaza”, advirtieron este lunes en un comunicado el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF. Según esas tres agencias de Naciones Unidas, “los esfuerzos humanitarios se ven seriamente limitados por el cierre de todos los pasos fronterizos del sur (a excepción de dos) y por los complejos controles de inspección efectuados a los camiones que entran en Gaza”. Además, los ataques y combates dentro de la Franja “ponen en peligro la vida de los habitantes y de los trabajadores humanitarios de la ONU y otras organizaciones que se afanan por ayudar a la población”.
Los habitantes que más necesitan ayuda humanitaria son los de la mitad norte de la Franja, incluida la Ciudad de Gaza, que es la zona más golpeada por los ataques israelíes y donde la infraestructura está muy dañada, y escasean todos los víveres. La ONU ha vuelto a denunciar que sus misiones con ayuda humanitaria al norte de Gaza han sido retrasadas o bloqueadas por Israel y sólo 7 de las 29 organizadas desde inicios de año se han completado –esto es, un 24% de las misiones, frente al 86% que llegaron a su destino de octubre a diciembre–.
Desde el 7 de octubre –cuando empezó la ofensiva israelí sobre Gaza en respuesta al ataque de Hamás contra comunidades hebreas en las cercanías de la Franja, en el que murieron unos 1.200 civiles y uniformados, y más de 200 fueron secuestrados por los milicianos palestinos–, han perdido la vida 24.448 gazatíes, incluidos unos 10.000 niños, según las autoridades locales.