Las protestas que se extienden por Ecuador tienen al Gobierno de Lenín Moreno contra las cuerdas. El expresidente Rafael Correa ha mantenido este miércoles un encuentro con periodistas en Bruselas organizado por la delegación de IU en el Parlamento Europeo: “Me inhabilitaron para ser presidente, todo fue ilegal e inconstitucional, pero de vicepresidente para abajo no tengo problemas. Pero van a crear esos problemas, ¿qué se inventarán? Yo voy y que me metan preso, pero que me dejen inscribirme primero”.
El presidente ecuatoriano Lenín Moreno afronta la peor crisis en sus dos años y medio de Gobierno tras anunciar un paquete de recortes en línea con lo reclamado por el Fondo Monetario Internacional, lo cual ha desatado movilizaciones en todo el país a las que se han sumado comunidades indígenas que se oponen a la política extractiva del Ejecutivo.
Un grupo de manifestantes indígenas tomaron este martes el edificio de la Asamblea Nacional y el Gobierno decretó un toque de queda nocturno. “Le robaron a Brasil la democracia, lo mismo van a intentar en Ecuador”, afirma Correa, acompañado por los eurodiputados de IU Sira Rego y Manu Pineda y la vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europeo, Maite Mola.
“Nos acusan de haber estado en Venezuela, lo cual es una locura y es demencial. Lo repiten y lo repiten, como si en la repetición estuviera la verdad”, prosigue Correa, quien se defiende de las acusaciones de golpismo por parte del Gobierno de Moreno: “Ellos son los golpistas. La Constitución establece una salida democrática, permite adelantar elecciones, como ha pasado en España, para resolver los conflictos en el marco constitucional”.
“Ecuador tiene esos mecanismos”, explica el expresidente, “establece las elecciones anticipadas en caso de que haya una conmoción social grave, para resolver el conflicto de manera pacífica y en las urnas. Saben que la respuesta será más fuerte, que serán arrasados, y prefieren la conmoción social a la salida democrática y pacífica. Y nos llaman golpistas por pedir que se cumpla la Constitución”.
“Ecuador saldrá adelante”, augura Correa: “La represión es brutal, hay muertos, heridos, 500 detenidos...”. ¿Qué opina de la mediación anunciada por la ONU y la Conferencia Episcopal? “Habrá que verlo, porque si el Gobierno no deroga las medidas, no se van a terminar las protestas; y si las deroga, se les cae el acuerdo con el FMI. Además, la Conferencia episcopal es tremendamente conservadora y siempre ha estado con los ricos y los grupos de poder. No así clero, que trabaja con los más humildes”.
Las manifestaciones empezaron la mañana del 3 de octubre, día y medio después de que el presidente Moreno, en una cadena de televisión nacional, anunciara las nuevas medidas económicas y laborales para afrontar la crisis en el país. Dentro del “paquetazo” –como coloquialmente se conoce al conjunto de ajustes económicos– estaba la polémica eliminación del subsidio a los combustibles.
Desde hace 40 años –cuando empezó el primer boom petrolero en el Ecuador– la gasolina extra, súper y el diésel están subsidiados por el Estado ecuatoriano. Después de Venezuela y Bolivia, Ecuador es el país de América Latina con el precio de combustible más bajo. Lenín Moreno, quien dijo que el país destina más de 1.300 millones de dólares al año a este subsidio, es el primer presidente que se atreve a quitarlo.
“Esto no se trata de una lucha entre Moreno y Correa”, insiste el expresidente de Ecuador, “sino de la lucha de un pueblo que se ha levantado porque rechaza a un Gobierno que ha traicionado a su programa electoral aplicando políticas neoliberales al dictado del FMI. Por supuesto que apoyo a la gente que ha salido a las calles a protestar. El Gobierno de Moreno quiero privatizarlo todo y el pueblo ecuatoriano no lo va a permitir”.