La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha supuesto para el país la pérdida de decenas de miles de trabajadores que ocupaban sobre todo puestos de transportistas, camareros, dependientes, albañiles y enfermeros. El aumento de migrantes, refugiados y estudiantes de India, Nigeria, Ucrania y Hong Kong no ha compensado la interrupción de las llegadas de los ciudadanos de la UE.
En los dos años desde la entrada en vigor de las nuevas reglas migratorias, han llegado al mercado laboral unos 450.000 trabajadores menos de la UE de lo esperable antes del Brexit, según estima un nuevo informe del think-tank UK in a Changing Europe, una red de académicos del King’s College de Londres que estudia a fondo el impacto del Brexit.
La inmigración en total ha aumentado en los dos últimos años hasta niveles récord por las llegadas de personas de países de fuera de la UE. “Lo esperado era que la inmigración en general bajaría… Del lado de la UE pasó. La migración neta de la UE es negativa. La población de la UE está encogiéndose. En lo que todo el mundo se equivocó fue en la inmigración de países de fuera de la UE”, explicó Madeleine Sumption, del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford, en la presentación del informe este jueves.
Una de las explicaciones es el aumento de estudiantes de fuera de la UE con el reclutamiento activo de universidades británicas en particular en India, Nigeria y Pakistán. El principal motivo para mudarse al Reino Unido es el estudio, pero parte de esos estudiantes se quedan a trabajar.
Los trabajadores de la UE tienen ahora que hacer los mismos trámites que los del resto del mundo, pero los requisitos se han reducido para otros países respecto a lo que eran antes del Brexit, por ejemplo el salario mínimo que tienen que pagar los empleadores.
Ley contra refugiados
Además, en los últimos dos años, el Reino Unido ha acogido a más de 437.000 refugiados, el 85% de ellos de Ucrania y Hong Kong. Es el número más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
La llegada de refugiados puede frenarse si se aprueba la nueva legislación presentada por el Gobierno conservador que endurece los castigos para las personas que crucen el canal de la Mancha en botes y otras pequeñas embarcaciones (la mayoría de Albania y Afganistán) sin tener permiso. La nueva ley presentada en el Parlamento este martes supondrá que no podrán solicitar asilo aunque cumplan otros requisitos. La ley ya ha sido cuestionada por la ONU y la Comisión Europea por la violación de las convenciones internacionales firmadas por el Reino Unido que prohíben expresamente excluir a los potenciales refugiados en función de cómo han llegado a un país, ya que muchos de los que huyen de la guerra y la discriminación no tienen manera o tiempo de hacer los trámites antes de buscar acogida en otro lugar.
Las consecuencias del Brexit
En cualquier caso, las personas de países extracomunitarios no han compensado en Reino Unido el bajón de trabajadores de la UE, sobre todo en sectores clave como la logística, la construcción y la restauración mientras se extienden las huelgas y el descontento. Y esta es una de las consecuencias directas del Brexit que fueron parte del debate antes de la votación de 2016.
“Estamos afrontando ahora los sacrificios. Si terminamos con la libertad de movimiento, entonces hay que subir los salarios de algunas actividades y subir los precios como consecuencia, o importar más bienes y servicios”, dice John Springford, del think-tank Centre for European Reform y el académico que ha hecho la estimación de los 450.000 trabajadores de la UE perdidos ajustando el crecimiento y la bajada de la demanda laboral por la pandemia. “Esto es lo que decidimos que íbamos a hacer. Es lo que votó la gente. Si el Gobierno relaja las reglas para todo el mundo no está dejando que la decisión se ponga en práctica. Creo que hay una cuestión de mandato democrático que importa”.
Pero el Gobierno de Rishi Sunak está intentando ahora poner parches. Ya existen excepciones para temporeros y para el sector de los cuidados, y en los próximos meses se pueden relajar los permisos de trabajo para otros sectores, según adelanta el Financial Times. El Ejecutivo conservador reconoce que no habrá suficiente personal en Reino Unido para cubrir la falta de trabajadores en servicios esenciales, que se estima en 1,2 millones, y dice ahora que va a alargar la lista de sectores donde hay escasez y se pueden aplicar reglas más laxas para contratar extranjeros, empezando por la construcción. Así, las empresas podrán contratar albañiles, carpinteros, pintores y otros obreros de fuera del Reino Unido sin cumplir los requisitos actuales. Por ejemplo, según las reglas generales, las empresas tendrían que pagar un salario de más de 25.600 libras (unos 28.000 euros) mientras que, según la lista de excepciones, el umbral para estos empleos será de 20.480 libras (unos 23.000 euros). El sector de la restauración presiona también para ser incluido en esta lista.
Uno de los efectos que no se han observado es una subida significativa de salarios en contra de lo que sugerían los defensores del Brexit, según explica el informe de UK in a Changing Europe. Sumption, del Observatorio de Migración, subraya que era un error esperar que esto sucediera ya que la migración no suele tener un impacto notable en los salarios y, cuando faltan trabajadores, la tendencia en las empresas es contratar menos, no pagar más a los disponibles.
La mayoría del crecimiento del mercado laboral antes del Brexit llegaba de trabajadores de fuera del Reino Unido, sobre todo europeos, y ahora no ha habido una sustitución por parte de trabajadores británicos. El sector agrícola se queja en particular de que no tiene suficientes temporeros ni transportistas porque los británicos no ocupan esos empleos.
Cambio de opinión
Pese a que los niveles de llegadas son los más altos en décadas, los británicos no consideran ahora que se deba reducir el número de migrantes ni que sea una preocupación esencial, a diferencia de lo que contestaban en 2016, cuando se celebró el referéndum del Brexit. La mayoría de los encuestados apoyan contratar trabajadores extranjeros en todo tipo de empleos, según una encuesta de British Future, un centro de estudio de la opinión pública.
La principal razón citada por los encuestados es que se han hecho más conscientes de lo que aportan los trabajadores extranjeros en los servicios sociales y del cuidado en la pandemia. También ha sido esencial el mayor contacto con migrantes, según Heather Rolfe, la directora de investigación de British Future.
“La gente dice que conoce a más migrantes que en el pasado”, explica Rolfe, que también señala que los que no han nacido en Reino Unido, en particular de Europa del Este, se han dispersado por el país más allá de las grandes ciudades. “La mayoría tiene una persona migrante en su vida… El contacto social marca la diferencia”.