El primer ministro británico, Boris Johnson, ha decretado un nuevo confinamiento nacional en Inglaterra, que incluye el cierre de los colegios, debido a la alarmante expansión del coronavirus causada por la nueva variante.
“Los hospitales están bajo más presión que en ningún momento desde el comienzo de la pandemia”, ha asegurado Johnson en un discurso a la nación, en el que ha instado a todos los ciudadanos a no salir de sus hogares salvo por algún motivo esencial.
Johnson ha llamado a la ciudadanía a consultar la nueva guía de restricciones y ha pedido a la población más vulnerable que extreme las precauciones. Como en el mes de marzo, los colegios también quedarán cerrados para la mayoría de los escolares. Solo habrá excepciones para los hijos de trabajadores en puestos esenciales y niños en riesgo de exclusión.
Las medidas se alargarán, al menos, durante las próximas seis semanas y exigen el cierre de todos los comercios no esenciales. Los restaurantes, sin embargo, podrán mantener sus servicios a domicilio. Solo se permitirá salir del domicilio para realizar compras esenciales, acudir al trabajo, hacer ejercicio, acudir a una cita médica o huir del abuso doméstico.
Estas restricciones deben ser aprobadas, todavía, por el Parlamento. Sin embargo, Johnson ha asegurado que las normas deberán seguirse a partir de este mismo lunes.
Inglaterra sigue, así, los pasos de Escocia, que ha reinstaurado este lunes un confinamiento total similar al de la primera ola. Allí, tal y como ha anunciado la primera ministra Nicola Sturgeon, la ciudadanía deberá permanecer al menos durante todo el mes de enero en sus hogares.
Reino Unido ha registrado este lunes 58.784 nuevos contagios, lo que supone la cifra más alta registrada desde el inicio de la pandemia coincidiendo con la expansión de la nueva cepa del virus, que, según las autoridades británicas tiene una mayor capacidad infectiva. Este lunes ha sido el séptimo día consecutivo en que los nuevos casos superan la barrera de los 50.000. Los contagios están aumentando de forma abrupta y los hospitales han tenido que suspender operaciones y ampliar sus capacidades para atender un número de pacientes superior al de la primera ola.
El número de personas ingresadas por coronavirus este 4 de enero en los hospitales de Inglaterra es de 26.626, un 30% más que hace una semana. El 12 de abril, en el mayor pico de la primera ola, la cifra de hospitalizados era de 18.374. La actual cifra es un 40% superior.