El jefe de los mercenarios de Wagner, Yevgueni Prigozhin, arremete de nuevo contra la cúpula militar rusa, a la que acusa de no lograr hasta ahora los objetivos de Moscú en la guerra en Ucrania. Lo ha hecho en una larga entrevista publicada esta semana en Telegram, cargada de improperios, con un estratega político pro-Kremlin. El empresario ha anunciado este jueves el comienzo del repliegue de las unidades de Wagner de la ciudad de Bajmut, cuya captura completa se atribuyó el pasado sábado, y el traspaso de sus posiciones a las tropas del Ejército ruso.
Algunos analistas occidentales piensan que está usando la visibilidad que le da la toma de Bajmut para intensificar sus ataques contra los altos mandos rusos. Durante la entrevista, Prigozhin elogió a las fuerzas ucranianas, aseguró que ha perdido a 20.000 hombres en la batalla por la ciudad del Donbás y dijo que la élite rusa está fomentando una situación que podría terminar como la revolución de 1917. El exconvicto y magnate de la restauración cercano al Kremlin, conocido como el “chef de Putin”, también bromeó con la idea de que “carnicero de Putin” podría ser un apodo más adecuado para él.
Su papel en Bajmut le ha dado una plataforma importante, desde la que ha sido extremadamente crítico con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y otros altos mandos militares rusos como el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, a los que ha acusado repetidamente de privar a Wagner de municiones durante la batalla de Bajmut, una idea en la que volvió a insistir durante la entrevista.
“Si el sistema se basa en lamer culos, el Grupo Wagner no lo hará. El principal problema son Shoigú y Guerasimov. Fueron las decisiones de esos dos las que nos impidieron conseguirlo todo, a pesar de que el presidente dijo que la munición estaba ahí”. Señaló que Shoigú debería ser sustituido por el coronel general Mijail Mizintsev, mientras que Gerasimov debería ser reemplazado por Sergei Surovikin. Ambas figuras han sido destituidas de sus cargos durante la invasión de Ucrania.
“Este es mi ideario político: amo a la patria, escucho a Putin, hay que despedir a Shoigú y seguiremos luchando”, dijo durante la conversación.
“Podría acabar como en 1917, en una revolución”
Prigozhin aseguró que Rusia podría enfrentarse a una revolución similar a la de 1917, oponiendo la experiencia de los hijos de la gente común que, dice, son devueltos del frente en ataúdes de zinc, con la de los hijos de la élite rusa que exhiben en redes sociales una vida lujosa, con mención explícita a la hija del ministro de Defensa.
“Los hijos de la élite cierran sus picos en el mejor de los casos, y algunos se permiten una vida pública, gorda y despreocupada”, dijo en la entrevista, según recoge el medio independiente ruso Meduza. “Esta división podría acabar como en 1917, en una revolución. Primero se levantarán los soldados y, después, sus seres queridos. Ya hay decenas de miles de familiares de asesinados. Y probablemente habrá cientos de miles: no podemos evitarlo”.
“Mi recomendación a la élite rusa es que envíen a sus putos hijos a la guerra, y cuando vayan a sus funerales, cuando empiecen a enterrarlos, entonces es cuando la gente dirá que las cosas son justas”, afirmó.
El grupo de investigadores del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en Washington, cree que Prigozhin aprovechará “su mayor notoriedad” tras la captura de Bajmut “para intensificar sus ataques contra el estamento militar y las élites rusas”. “Las amenazas de violencia de Prigozhin, en cierto modo sutiles y deliberadamente oscuras, representan una inflexión en sus antiguas rencillas con el estamento militar ruso y determinadas figuras de la élite”, dicen en su último informe respecto a las referencias de Prigozhin a una eventual agitación social.
El fundador de Wagner afirmó que 20.000 combatientes de su fuerza mercenaria han muerto en la batalla de Bajmut, foco de una encarnizada batalla de desgaste en el este de Ucrania, cuya captura total reivindicó el pasado fin de semana tras 242 días. La mitad de ellos, indicó, eran convictos reclutados en prisiones.
“A lo largo de toda la operación [de combate] recluté a 50.000 prisioneros, de los cuales murió aproximadamente el 20%. Murió exactamente el mismo número que los que se alistaron mediante un contrato”, dijo Prigozhin, quien también afirmó que las pérdidas del Ejército ucraniano ascienden a 50.000 soldados fallecidos.
Ambos bandos han sufrido un alto número de bajas en Bajmut, aunque la cifra de soldados muertos y heridos es muy difícil de verificar –y ninguna de las partes divulga sus propias pérdidas–. Kiev dice que las pérdidas rusas son varias veces mayores que las suyas.
Michael Kofman, experto en el Ejército ruso, considera las cifras de Prigozhin “poco fiables e incoherentes incluso en la misma entrevista”. “También da grandes cifras de las pérdidas de Ucrania y de su ratio”, ha tuiteado. “Más allá de su motivación, comete regularmente errores en matemáticas básicas cuando se revisan entrevistas pasadas”.
Para los analistas del ISW, “al desplazar la conversación hacia las supuestas pérdidas de Wagner, Prigozhin ha conseguido en gran medida privar al Ministerio de Defensa ruso de la oportunidad de reivindicar una victoria informativa sobre Bajmut”.
Estos investigadores consideran que Prigozhin tiene ambiciones políticas y “pretende consolidarse como la figura central de la comunidad ultranacionalista rusa”. “La captura de Bajmut probablemente ha envalentonado a Prigozhin para perseguir esas ambiciones de una manera más explícita, independientemente de la agitación interna que pueda causar o del peligro que pueda suponer para él ante el Kremlin”.
Prigozhin admitió en septiembre, tras haberlo negado previamente, que fundó el grupo de mercenarios Wagner, cuyas tácticas han sido calificadas como brutales.
Los pronósticos para la guerra
Durante la entrevista, el líder de Wagner también se pronunció sobre sus pronósticos sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania. Dijo que hay un primer escenario “optimista”, a sus ojos, en el que Europa y EEUU se cansarían de la guerra y China mediaría en la mesa de negociaciones, pero aseguró que tiene “poca fe” en que esta situación se produzca y que cree que las probabilidades “son escasas”. El segundo escenario, “pesimista” en el que “los ucranianos reciben misiles” y su contraofensiva “tenga éxito en alguna parte, restablezcan las fronteras antes de 2014 [cuando se Rusia anexionó Crimea] y podría ocurrir fácilmente”. “Así que tenemos que prepararnos para una guerra dura”, remarcó.
También habló de algunas de las razones que el presidente ruso Vladímir Putin dio para la guerra: dijo que uno de los objetivos con los que Rusia justificó su invasión, “desmilitarizar” Ucrania, ha fracasado porque el Ejército de Kiev se ha visto reforzado con las armas y el entrenamiento occidentales. “Si al principio de la operación especial tenían condicionalmente 500 tanques, ahora tienen 5.000. Si entonces tenían 20.000 combatientes, ahora tienen 400.000. En qué sentido la hemos desmilitarizado [a Ucrania]? Resulta que hemos hecho lo contrario”.
Asimismo, calificó al Ejército ucraniano como uno de los más fuertes del mundo, aunque, en su opinión, el “mejor” Ejército es el Grupo Wagner. Sobre los ucranianos, señaló que tienen “un alto nivel de organización, entrenamiento, inteligencia y diferentes armamentos”, recoge Meduza. “Utilizan cualquier sistema: soviético, de la OTAN, y tienen el mismo éxito. Hacen todo en aras del logro del objetivo supremo, como nosotros durante la Gran Guerra Patria (como denominó la Unión Soviética el periodo de la Segunda Guerra Mundial)”.
A lo largo de la conversación, Prigozhin subrayó que Rusia necesita movilizar más hombres y orientar la economía exclusivamente a la guerra. “Tenemos que imponer la ley marcial”, dijo, y opinó que Rusia “tiene que seguir el ejemplo de Corea del Norte durante un cierto número de años: cerrar todas nuestras fronteras, dejar de andarse con chiquitas, traer de vuelta a todos nuestros chicos del extranjero y trabajar duro. Entonces veremos algún resultado”.
Repliegue en Bajmut
El jefe de la compañía de mercenarios ha anunciado este jueves el comienzo del repliegue de sus unidades de la ciudad de Bajmut a los campos de entrenamiento en zonas de la retaguardia y el traspaso de sus posiciones a las tropas regulares del Ejército ruso. “Traspasamos las posiciones a los militares, municiones e incluso raciones de comida”, ha dicho en uno de sus innumerables vídeos publicados en su canal de Telegram, en el que aparece uniformado y hablando a hombres montados en un carro de combate. El líder del grupo de mercenarios había anunciado que tal traspaso se produciría entre este jueves y el 1 de junio. “Vamos a descansar, a prepararnos y luego recibiremos otra misión”.
La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar ha informado este jueves por la mañana de que en los suburbios de Bajmut, Rusia “ha sustituido las unidades de Wagner por unidades del Ejército regular”. “Por el momento, los hombres de Wagner permanecen en la ciudad de Bajmut”.
Tras meses de intensos combates en una batalla agotadora y de desgaste, considerada la más larga de la guerra, Rusia dijo este fin de semana que ha completado la toma de Bajmut, al este de Ucrania, una ciudad reducida a ruinas que ha adquirido un profundo simbolismo para ambos bandos durante la invasión.
Sin embargo, desde entonces, Ucrania, que se ha adjudicado en las últimas semanas algunas ganancias tácticas en los flancos de la ciudad, ha asegurado que la batalla no ha terminado y sigue combatiendo alrededor de Bajmut.
Maliar ha vuelto a afirmar este jueves que las tropas ucranianas controlan las afueras de la ciudad, en la parte suroeste.
“Si Wagner se marcha, será interesante ver si sus convictos se quedan atrás y se ven obligados a servir en unidades del Ministerio de Defensa. Las unidades Storm Z del Ministerio del Defensa compuestas por convictos son cada vez más comunes en el frente”, ha tuiteado el analista militar Rob Lee.