Rusia ha declarado una emergencia a nivel federal en la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, tras la invasión de su territorio por parte del Ejército ucraniano. Las Fuerzas Armadas rusas han enviado refuerzos a la zona este viernes después de cuatro días de avances de los soldados ucranianos en lo que podría ser el mayor ataque en suelo ruso desde el inicio de la guerra.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, las fuerzas ucranianas se han adentrado ya hasta 35 kilómetros en el interior de esta región rusa que hace frontera con el óblast ucraniano de Sumy.
Varios blogueros militares rusos citados por esta organización estadounidense afirman que los centenares de militares ucranianos en territorio ruso han logrado sobrepasar las fortificaciones rusas y después cuando han sido enfrentados por estas tropas se han retirado.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha afirmado a su vez que ha enviado refuerzos a la región de Kursk para contrarrestar el asalto ucraniano. Rusia está desplegando artillería, tanques y vehículos pesados en la zona, según ha publicado la agencia rusa RIA-Novosti, citando fuentes de este ministerio.
Aparentemente, algunas unidades ucranianas de mayor tamaño están ya operando en áreas de la región de Kursk cercanas a la frontera internacional y consolidando algunas posiciones.
El periodista Luke Harding sostiene que la operación militar pretende desviar fuerzas rusas de otras zonas, incluido Avdiivka, donde Ucrania está en problemas.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha afirmado este viernes que Rusia trajo la guerra a Ucrania y “debe sentir lo que ha hecho”, aunque no ha reconocido directamente la ofensiva en territorio ruso.
Al respecto, las autoridades estadounidenses ya han confirmado que la operación ucraniana en marcha en la región de Kursk no constituye una violación de las restricciones de EEUU sobre la habilidad de Ucrania de atacar objetivos militares en territorio ruso.
Además, este viernes, un misil ruso lanzado desde un caza a propulsión ha provocado la muerte a 12 personas y ha dejado 44 heridos en un centro comercial de Konstantinivka, en el este de la región de Donetsk.
“Este es otro ataque dirigido contra un lugar atestado, otro acto de terror por parte de los rusos”, ha afirmado el gobernador de la región de Donetsk, Vadym Filashkin, en una publicación en la red social Telegram.