Tras meses de reveses militares, el Ministerio de Defensa de Rusia ha dicho este viernes que sus tropas han tomado durante la pasada noche el control de la disputada localidad de Soledar, en la región oriental de Donetsk, una pequeña ciudad minera de sal de apenas 10.000 habitantes antes de la guerra donde se han librado intensos combates. Sin embargo, la situación sobre el terreno no está clara, a medida que Ucrania reitera que la batalla continúa.
En su declaración, Moscú ha hablado de paso “importante” en su ofensiva, pero los analistas occidentales han cuestionado la relevancia de Soledar y aseguran que, de confirmarse, su captura sería una victoria táctica “pírrica” de gran desgaste a la que Rusia ha dedicado importantes recursos.
En los últimos días las fuerzas rusas y del grupo de mercenarios Wagner habían logrado avances tácticos en esta localidad cercana a Bakhmut, foco de una encarnizada y costosa batalla que se ha prolongado durante meses y ha devastado esta ciudad, de mayor tamaño. Además de la participación de Wagner, una característica de los combates en esta zona es que parte de ellos han tenido lugar alrededor de las entradas a túneles de las minas de sal en desuso que se extienden unos 200 kilómetros por debajo del área.
Ucrania ha desmentido la declaración del Ministerio de Defensa ruso sobre la captura de Soledar. “No, esto no es cierto. Los combates continúan en la ciudad”, ha dicho Serhiy Cherevatyi, portavoz del Grupo de Fuerzas del Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania, al medio RBC-Ucrania, al que no ha dado más detalles por motivos de seguridad. “Nuestras unidades están allí, la ciudad no está bajo control ruso”, ha asegurado también Cherevatyi a Reuters por teléfono.
“La lucha por Soledar continúa”, ha dicho en su parte de guerra vespertino el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
Antes, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, había dicho que los combates han continuado en una “noche calurosa” en la localidad y que los combatientes ucranianos estaban “tratando valientemente de mantener la defensa”, en lo que era “una fase difícil de la guerra”.
Un soldado ucraniano ha declarado a la CNN que las unidades ucranianas siguen en los límites occidentales de Soledar. El enviado especial de la CNN ha sido testigo de cómo las fuerzas ucranianas transportaban tropas este viernes por la tarde “en lo que parecía ser una retirada organizada”, según la cadena estadounidense.
En su informe este jueves, los analistas del think tank con sede en Washington Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) consideraron probable, según imágenes geolocalizadas, que las fuerzas rusas controlen la mayor parte –si no todo– de Soledar, y probablemente hayan expulsado a las fuerzas ucranianas de las afueras occidentales de la localidad. Sostuvieron que todas las pruebas disponibles indicaban que las tropas de Kiev ya no mantenían una defensa organizada.
“Victoria pírrica”
Moscú ha asegurado que la captura de Soledar es “de gran importancia” para “continuar con éxito las operaciones ofensivas en dirección a Donetsk” y “permite bloquear las rutas de suministro de las fuerzas ucranianas” en Bakhmut, situada al suroeste, “así como bloquear y embolsar a las unidades de las fuerzas armadas ucranianas que aún permanecen allí”.
Sin embargo, los analistas del ISW creen que la toma de Soledar no es “significativa desde el punto de vista operativo” y es poco probable que presagie un cerco ruso inminente de Bakhmut, situada a unos 10 kilómetros, un análisis con el que coincidió a principios de esta semana la inteligencia británica.
“Las operaciones de información rusas han exagerado la importancia de Soledar, que en el mejor de los casos es una victoria táctica pírrica rusa”, dice en su último informe el ISW, que cree que la toma de Soledar no permitirá a las fuerzas rusas ejercer control sobre las líneas de comunicación terrestres ucranianas críticas hacia Bakhmut ni posicionar mejor a las fuerzas rusas para cercar la ciudad a corto plazo. “Las fuerzas rusas pueden decidir mantener un ritmo elevado y constante de asaltos en la zona de Bakhmut, pero el poder de combate degradado de las fuerzas rusas y el agotamiento acumulado impedirán que estos asaltos produzcan resultados significativos desde el punto de vista operativo”.
“Incluso si tanto Bakhmut como Soledar caen en manos de los rusos, no va a tener un impacto estratégico en la guerra en sí”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, a la prensa en la Casa Blanca, según informa Reuters. “Y ciertamente no va a detener a los ucranianos o ralentizarlos”.
La lucha en torno a Bakhmut se ha prolongado durante meses y un alto cargo de Defensa estadounidense la ha descrito recientemente como “salvaje”, con combates de ida y vuelta y líneas de trincheras. “Estamos hablando de miles y miles de proyectiles de artillería que han sido lanzados entre ambos bandos. En muchos casos, se intercambian varios miles de proyectiles de artillería al día”.
Hay quienes han discutido el valor estratégico de Bakhmut, aunque sí tiene una importancia simbólica para ambos lados. Moscú podría reivindicar su captura como una victoria después de meses de reveses en el campo de batalla con retiradas cerca de Járkov, en el noreste, y Jersón, en el sur.
Durante su invasión, las tropas de Vladímir Putin ha intentado apoderarse de la totalidad de las regiones Lugansk y Donetsk, el territorio que reclaman los separatistas prorrusos y componen el Donbás, al este del país y cuya anexión fue anunciada por Rusia en un movimiento condenado internacionalmente. La ofensiva oriental de Rusia capturó casi todo Lugansk durante el verano, pero Donetsk escapó al mismo destino, y el Ejército ruso ha volcado recursos alrededor de Bakhmut, cuya toma podría abrir una ruta para que las fuerzas rusas avancen hacia Kramatorsk y Sloviansk, bastiones clave ucranianos en Donetsk.