Un tribunal de Moscú prorrogó hoy por dos meses el arresto de Andréi Kovalchuk, extraditado en julio desde Berlín tras ser señalado como el supuesto cabecilla de la banda que organizó al menos un envío de cocaína a Rusia desde la embajada rusa en Buenos Aires.
El magistrado Anatoli Beliakov aceptó la solicitud de la Fiscalía para prorrogar el arresto, al considerar que el acusado puede huir, amenazar a los testigos y destruir pruebas del caso en caso de su puesta en libertad bajo fianza, informa la agencia Interfax.
El propio Kovalchuk, extraditado desde Alemania el pasado mes de julio por medio de la Interpol, insistió en su inocencia y aseguró que ya no tiene a dónde huir tras ser entregado a las autoridades rusas.
“No conozco ni a las víctimas ni a los testigos. No tengo a dónde huir, porque ya me entregó la Interpol. Todas las pruebas del caso ya han sido destruidas, por lo que tampoco puedo ocultarlas”, dijo durante la vista.
A finales de 2016, el que fuera entonces embajador de Rusia en Argentina, Viktor Koronelli, le trasladó a la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, la “sospecha” de que en el colegio de la embajada había doce maletas que contenían cocaína.
En una operativo conjunto de los dos países, se comprobó que en esas maletas había 389 kilos de cocaína valorados en 50 millones de euros.
Entonces, según las versión oficial, se decidió cambiar el contenido de las maletas por harina y comenzó una tarea de seguimiento por parte de un equipo formado por integrantes del Ministerio de Seguridad argentino y el ruso, la embajada y el Servicio Federal de Inteligencia de Rusia.
La operación concluyó con la detención de tres personas en Rusia, otra en Argentina y finalmente el arresto en Alemania de Kovalchuk, considerado el líder de la banda de narcotraficantes que operaba desde la embajada rusa en Buenos Aires.
La defensa de Kovalchuk ha asegurado que su cliente es víctima de una operación organizada por los servicios de espionaje de Estados Unidos en colaboración con la policía argentina para desacreditar a la misión diplomática rusa en Buenos Aires.