Salvini busca sumar al Gobierno polaco a su alianza europea de extrema derecha tras reunirse con Orban, Le Pen y Bannon
Matteo Salvini lo tiene claro: es el momento de la extrema derecha en Europa, de buscar una alianza entre el Este y el Oeste, el Norte y el Sur, para formar un grupo fuerte en el Parlamento Europeo en mayo que condicione políticas, nombramientos y acciones. Sobre la mesa, cuatro ejes claros: fronteras, seguridad, recelo a lo islámico y al feminismo –ideología de género gustan llamarlo–.
El líder de la Lega se reunió en septiembre con el primer ministro húngaro, Víktor Orban; también lo hizo con el ex asesor de Donald Trump Steve Bannon, a cuyo club de extrema derecha se apuntó como socio. Más tarde, se vio en Roma con Marine Le Pen, con quien mantiene una complicidad desde hace años. Y este miércoles ha viajado a Varsovia para seducir al líder del ultracatólico gobernante PiS, Jaroslaw Kaczynski, para formar “un frente de libertad” ante las próximas elecciones europeas.
Curiosamente, tanto Hungría como Polonia están bajo una censura de la Unión Europea por violar la separación de poderes y faltar al imperio de la ley en sus países. Y, curiosamente, tanto Le Pen, como Orban y el PiS están en grupos parlamentarios diferentes en Europa: la primera, en el Grupo de las Naciones; el segundo, en el PPE; y el tercero, en el de los Conservadores y Reformistas.
Es decir, Salvini busca entre los agraviados por la eurocracia una alianza para una unidad inédita en Bruselas. El resultado podría ser que conformaran un grupo vitalmente numeroso para tomar decisiones en Bruselas.
La línea oficial de populares, socialdemócratas y liberales es la de despreciar los pactos con los “populistas de derechas y de izquierdas”, pero lo cierto es que la oferta de Salvini en Polonia se ha producido pocas horas antes de que el Partido Popular y Vox alcanzaran un acuerdo, también inédito, para garantizarse los votos para el futuro Gobierno de PP y Ciudadanos en la Junta.
La extrema derecha está cogobernando Austria; hasta hace semanas, lo hacía en Bélgica; y amigos de Salvini están al frente de Hungría y Polonia. Y, en pocos días, tendrá un concurso fundamental en el Gobierno de una autonomía española, Andalucía, del tamaño de Portugal.
“Le he propuesto a Kaczynski”, ha dicho Salvini, “un pacto para Europa con compromisos precisos: una plataforma de diez puntos, basada en el modelo que firmamos en Italia entre la Lega y el M5S. Me gustaría que hubiera una alianza común entre aquellos que quieren salvar Europa”.
Salvini ha explicado que se trata de “un programa común” fundado en las raíces cristianas, el valor de la familia y otros temas que compartimos“. Un frente, que si es común, después de las elecciones del 26 de mayo, según echan cuentas en Roma con mucho optimismo, podría ser ”el segundo grupo europeo“.
Salvini se reunió con primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki; el titular de Interior, Joachim Brudzinski, y con el líder del partido gobernante polaco, Ley Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczynski, a quien presentó su propuesta de formar un “frente de la libertad” en el Parlamento Europeo tras las elecciones del próximo 26 de mayo.
La Lega y Ley y Justicia comparten su oposición a las políticas de Bruselas frente a la inmigración irregular y los refugiados, algo que Salvini ha recordado este miércoles en Varsovia, donde afirmó que “los Estados deben poder proteger sus propias fronteras y a sus propios ciudadanos sin interferencias del exterior, de ahí la negativa de Italia a firmar el Pacto Mundial sobre migración”.
Roma y Varsovia también cuestionan lo que consideran un “doble rasero” en el trato de la Unión Europea a los Estados miembros, lo que se traduce, aseguran, en la discriminación de algunos socios comunitarios. “Tanto Mateusz Morawiecki como Matteo Salvini están de acuerdo en que no puede haber lugar para el doble rasero en el seno de la UE”, explicó a la prensa la portavoz del Ejecutivo polaco, Joanna Kopcinska.
“Polonia e Italia serán los héroes de la nueva Primavera europea”, ha sentenciado Salvini, quien ha instado al Gobierno polaco a sumarse al “resurgimiento” de una nueva Europa con “más valores y menos burocracia”.