Las relaciones entre EEUU y la UE no pasan por su mejor momento. Donald Trump ha ignorado la petición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de reunirse que tiene sobre la mesa desde antes de la toma de posesión y ahora el secretario de Estado, Marco Rubio, ha dado plantón a la alta representante, Kaja Kallas. La estonia ha viajado a Washington, donde se iba a reunir con Rubio para abordar la relación entre las dos potencias, pero una vez allí, la cita se ha cancelado.
Es más, el presidente estadounidense ha insistido este miércoles en imponer aranceles del 25% a la UE, que ha dicho que se creó para “fastidiar a EEUU”.
La propia Kallas anunció su reunión con Rubio este lunes en una rueda de prensa tras la reunión con los ministros de Exteriores de la UE en la que la relación con EEUU estuvo muy presente ante la tensión que se ha desatado en las últimas semanas a raíz del pulso de Trump a la UE, dejándola fuera de las conversaciones con Vladímir Putin y el anunciado abandono de su seguridad.
“Está claro que las declaraciones procedentes de Estados Unidos nos preocupan a todos”, reconoció Kallas: “Está claro que hemos tenido diferencias antes, pero siempre hemos conseguido resolverlas y también esperamos hacerlo esta vez. Estamos tendiendo la mano a la nueva administración estadounidense”.
“La vicepresidenta y alta representante no se reunirá con el Secretario de Estado Marco Rubio en esta ocasión debido a problemas de agenda”, ha informado un portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE después de que Euronews adelantara el plantón. En la agenda de Rubio sólo figura una reunión del gabinete en la Casa Blanca a las 11 de la mañana (hora de Washington). Kallas aprovechará su presencia en EEUU para reunirse con senadores y congresistas “para hablar de la guerra de Rusia contra Ucrania y de la relación transatlántica” y se “reunirá con el personal de la Delegación de la UE en Estados Unidos”, según el portavoz.
El plante de Rubio a Kallas se produce dos días después de que Trump recibiera al presidente francés, Emmanuel Macron, en la Casa Blanca para abordar la guerra en Ucrania. Este jueves se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer, que se ha ofrecido a intermediar entre Europa y Washington ante la tensión que se ha desatado desde que Trump volvió al poder.
El principal foco de conflicto es lo que tiene que ver con la guerra en Ucrania ante el temor en las capitales europeas de que Trump caiga en la narrativa de Vladímir Putin y llegue a un acuerdo sin contar con Kiev ni con la UE que pueda derivar en un rearme de Rusia y un nuevo ataque en un tiempo. Por eso los líderes europeos quieren que EEUU se involucre en las garantías de seguridad tras la guerra. Según el Gobierno francés, Trump se ha mostrado dispuesto a apoyar a las tropas de paz europeas que se podrían desplegar en Ucrania cuando se logre un acuerdo. Kallas, que es una de las 'halconas' anti-Putin de la UE, ha sido una de las voces más críticas en la UE contra las conversaciones bilaterales entre Trump y Putin.
El otro gran frente abierto entre Bruselas y Washington es el recrudecimiento de la guerra comercial después de que Trump haya impuesto aranceles al aluminio y el acero y haya anunciado “reciprocidad” en la política comercial, incluyendo tasas para compensar incluso el IVA. En ese caso, se desplazó a la capital estadounidense el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, para reunirse con su homólogo Howard Lutnick, e iniciar las conversaciones.
Desde allí, el eslovaco abrió la puerta a reducir los aranceles a los vehículos, que es del 10% frente al 2,5% de EEUU. “La situación actual es que tenemos aranceles elevados para los vehículos personales”, admitió Sefcovic, que apuntó, en todo caso, a que la rebaja por parte de la UE debería conllevar una suavización proporcional en el caso de las camionetas por parte de EEUU, que impone una tasa de entre el 20 y el 25% a esos productos: “Si se busca reciprocidad, debe funcionar para ambos”.