El Senado de Brasil ha votado este miércoles continuar con el proceso de 'impeachment' contra la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, a quien enviará a un juicio político por presuntas irregularidades contables.
Tras aprobarse la semana pasada con una holgada mayoría (14 votos a favor y cinco en contra) en la comisión especial para el juicio político de Rousseff, después de 17 horas de votaciones el pleno del Senado ha aprobado este miércoles continuar con el proceso. Ha sido por 59 votos a favor por 21 en contra, según ha informado la Agencia Brasil y cita Europa Press. Con una minoría simple (41 votos) hubiese sido suficiente.
Estaba previsto que el trámite durase unas 20 horas, pero se abrevió gracias a un acuerdo con parlamentarios que aceptaron renunciar a su derecho de palabra. Fue el presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña, Aécio Neves, quien habló en nombre de los otros diez senadores de su formación en apoyo al juicio.
Neves, derrotado por Rousseff en las elecciones presidenciales de 2014 por un porcentaje de apenas tres puntos, afirmó que el proceso ha demostrado la veracidad de la denuncia sobre la 'irresponsabilidad' de la mandataria que hizo en aquella campaña.
El Congreso investiga si Rousseff incurrió en un “crimen de responsabilidad” al aumentar el gasto público durante la campaña electoral para su ratificación en el cargo, en 2014, sin contar con el visto bueno del Parlamento, tal y como exige la legislación brasileña.
El 25 de agosto, fecha provisional
Ahora, el veredicto de la cámara alta será enviado al Tribunal Supremo Federal para que fije la fecha del juicio político, dirigido por el presidente de esa institución, Ricardo Lewandowski, que ha sugerido el 25 de agosto. Se celebrará en el Senado.
El resultado de la votación se ha aproximado a lo esperado por el Gobierno del presidente en funciones, Michel Temer, quien estimaba que recibiría unos 60 votos a favor del juicio. Ahora, ambas partes tendrán que presentar en un plazo de 48 horas la acusación y la defensa, además de un máximo de cinco testimonios.
Para que la presidenta sea apartada definitivamente de su cargo e inhabilitada durante 8 años harán falta un mínimo de 54 senadores que la consideren culpable en el 'impeachment'. Ocurrió con el presidente Fernando Collor en 1992.
Rousseff fue suspendida el pasado 12 de mayo por el Senado para llevar a cabo una investigación de un máximo de 180 días con el fin de decidir que se impida que siga en el cargo. Desde entonces, Temer, su vicepresidente, gobierna de forma interina. Si se la destituyera, permanecería en el poder hasta el final del presente periodo de gobierno, el 1 de enero de 2019.