El Senado de Estados Unidos, de mayoría republicana, ha decidido este viernes no citar a testigos en el juicio político al presidente Donald Trump, lo que allana el camino a un cierre anticipado de este proceso.
Con una votación de 49 a favor y 51 en contra, la mayoría conservadora se ha impuesto a los demócratas, que presionaban en busca de nuevas pruebas y testimonios, entre ellos las del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
En agosto, Donald Trump le dijo a John Bolton que quería mantener congelada la ayuda militar a Ucrania hasta que el Gobierno de Volodímir Zelenski investigara a su potencial rival demócrata Joe Biden, según ha adelantado esta semana el periódico estadounidense The New York Times, que ha tenido acceso al borrador de un libro que publicará Bolton en los próximos meses.
Bolton es un republicano de toda la vida con un largo historial de peleas con los demócratas, pero esta vez son los suyos los que no le quieren escuchar. Y todo porque los senadores republicanos temen que, si lo hacen, diga algo que les ponga más difícil absolver a Trump por la vía rápida.
El líder del Senado, el republicano Mitch McConnell, ha afirmado que los “senadores se reunirán para determinar los próximos pasos y prepararse para concluir el juicio en los próximos días”.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en la Cámara, Chuck Schumer, “es una perfidia”. “Es una gran tragedia, una de las peores tragedias por las que el Senada ha pasado”, ha añadido.