Quiénes eran los siete trabajadores de World Central Kitchen asesinados en el ataque de Israel en Gaza

Mariangela Paone

3 de abril de 2024 14:33 h

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Una de las primeras imágenes que llegaron del ataque de Israel al convoy de World Central Kitchen (WCK) en Gaza fue la de tres pasaportes ensangrentados: uno británico, otro polaco y otro australiano. Son tres de las nacionalidades de los siete trabajadores de la ONG asesinados por los misiles disparados por el Ejército israelí. Los fallecidos —tres ciudadanos británicos, una australiana, un polaco, un palestino y un ciudadano de doble nacionalidad de EEUU y Canadá— venían de cuatro continentes y tenían entre 25 y 57 años. Sus identidades fueron confirmadas por WCK, que les ha rendido homenaje este miércoles en la portada de su página oficial. El equipo había participado en las operaciones de desembarco de la ayuda que WCK había conseguido llevar a Gaza en la segunda misión marítima conjunta con la ONG española Open Arms, en el barco de esta última desde Chipre.

El más joven del equipo que iba en el convoy atacado era el palestino Saifeddin Issam Ayad Abutaha, de 25 años. Cientos de personas participaron el martes en su entierro en Rafah, su ciudad, que se ha convertido en el último refugio para la población gazatí desplazada desde el resto de la Franja. “Era feliz trabajando con una organización que proporciona ayuda humanitaria a los desplazados. Nuestros corazones están rotos por tu muerte, Saif”, declaró su amigo Hassan, entre lágrimas, a la BBC. “Nos has herido con tu fallecimiento, y no te olvidaremos”, añadió.

La primera víctima de la que se confirmó el martes la identidad fue Lalzawmi 'Zomi' Frankcom, una ciudadana australiana de 43 años. En unos vídeos publicados en las redes sociales se la ve comentar con entusiasmo su trabajo en una de las 60 cocinas que la organización fundada por el chef José Andrés tenía en la Franja. “Lloramos profundamente la noticia de que nuestra valiente y querida Zomi ha sido asesinada haciendo el trabajo que ama, repartir comida a la gente de Gaza”, ha declarado la familia de Frankcom en un comunicado. “Dejará tras de sí un legado de compasión, valentía y amor por todos los que están en su entorno”. Exempleada del Commonwealth Bank of Australia, el principal banco del país, empezó a trabajar para WCK hace cinco años.

El Gobierno británico reconoció el martes que entre los fallecidos había tres ciudadanos británicos. Se trata de James 'Jim' Henderson, de 33 años, James Kirby, de 47, y John Chapman, de 57. Los tres eran exmilitares —Chapman y Kirby habían pertenecido al cuerpo de los marines y Henderson al Ejército de Tierra— y trabajaban para garantizar la seguridad de las operaciones de la ONG. Henderson, originario de Cornualles, tras su salida del Ejército en 2016, había trabajado en una serie de empleos de seguridad antes de ofrecerse voluntario para trabajar con WCK, según el diario británico Daily Mail.

El primer ministro británico Rishi Sunak habló con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, el martes por la noche y exigió una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido.

También Polonia pidió explicaciones a Israel, condenando la falta de protección de los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios, después de que supiera que una de las víctimas era un ciudadano polaco. Se trata de Damian Soból, de 35 años, y originario de PrzemyÅ›l, la ciudad polaca fronteriza con Ucrania que en 2022 se convirtió en la puerta de entrada a Europa para miles de ucranianos que huían tras la invasión rusa del país. Soból empezó allí a trabajar con los equipos de World Central Kitchen. El diario polaco Gazeta Wyborcza recoge el recuerdo que tiene de él Maciej WolaÅ„ski, jefe del Departamento de Cultura y Promoción del Ayuntamiento: “Conozco a Damian desde hace mucho tiempo. Desde el principio de la guerra en Ucrania, se dedicó a la ayuda humanitaria. Trabajaba en World Central Kitchen, donde era coordinador. Hace dos semanas, cuando celebré mi 36 cumpleaños, exactamente a las 7:49 me llamó para desearme lo mejor. Hablamos durante mucho tiempo. Nuestra conexión se interrumpió tres veces. Me dijo que estaba en la Franja de Gaza, que era muy difícil y que la enormidad de la tragedia era indescriptible”.

La última víctima era Jacob Flickinger, de 33 años y con doble ciudadanía de EEUU y Canadá. Tanto Estados Unidos como Canadá han pedido una investigación a fondo que aclare qué ocurrió. La Ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, dijo estar “horrorizada” por el ataque y el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, dijo que los trabajadores eran “héroes” que estaba “simplemente tratando de ayudar a otros seres humanos”.

En un texto publicado este miércoles por The New York Times y el diario hebreo Yedioth Ahronoth, José Andrés, escribe “Las siete personas asesinadas el lunes en una misión de la World Central Kitchen en Gaza eran lo mejor de la humanidad. No son personas sin rostro ni nombre. No son cooperantes genéricos ni daños colaterales de guerra”. El fundador de WCK subraya que acogen con satisfacción la promesa del Gobierno israelí de investigar lo ocurrido pero que la investigación “debe empezar por arriba, no sólo por abajo”. “Fue un ataque directo contra vehículos claramente señalizados cuyos movimientos eran conocidos por las Fuerzas de Defensa de Israel. También fue el resultado directo de una política que exprimió la ayuda humanitaria hasta niveles desesperados”, añade Andrés. 

“No se trata de un incidente aislado. Hasta el 20 de marzo, al menos 196 trabajadores humanitarios habían sido asesinados en el Territorio Palestino Ocupado, desde octubre de 2023”, ha declarado en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Jamie McGoldrick, quien subrayó el martes que el ataque no fue “un incidente aislado” y que hasta el 20 de marzo, al menos 196 trabajadores humanitarios habían sido asesinados en la Franja, una cifra que casi triplica el número de víctimas mortales registrado en cualquier otro conflicto en un año.

Los cuerpos de los seis trabajadores humanitarios extranjeros serán repatriados este miércoles por el paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto. El Gobierno gazatí ha informado en un comunicado que sus equipos han entregado los seis cadáveres a representantes de la Oficina de la ONU para la Coordinación Humanitaria (OCHA) y que ha concluido los preparativos para su traslado fuera de la Franja.