¿A sueldo de Putin? Un político ultraderechista alemán, investigado por recibir dinero de Moscú

EFE/elDiario.es

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La presión sobre el político ultraderechista Petr Bystrom, integrante de Alternativa por Alemania (AfD), ha ido en aumento a medida que aparecen más indicios de sus supuestos contactos con Moscú, de donde habría recibido incluso pagos en metálico.

El número dos de la lista del partido de extrema derecha AfD para las próximas elecciones al Parlamento Europeo ha sido conminado a ofrecer explicaciones a la dirección del partido y a renunciar por el momento a las apariciones públicas, según informan este jueves medios alemanes.

Según investigaciones del semanario alemán Spiegel y del medio checo Deník N, los servicios secretos sospechan que el diputado Bystrom recibió dinero de una red prorrusa para difundir propaganda, una acusación que él desmiente.

De acuerdo a las informaciones procedentes de la República Checa, existen audios en los que es posible identificar a Bystrom hablando sobre los pagos.

Las acusaciones surgieron después de que a finales de marzo las autoridades checas destaparan una red de influencia prorrusa relacionada con la página web Voice of Europe, a través de la cual supuestamente llegaban pagos a políticos en Alemania, Francia, Polonia y otros países.

En febrero ya trascendió que un empleado de un diputado de la AfD había mantenido supuestamente contactos con un oficial del espionaje ruso y le pidió apoyo económico para implementar un plan con el objetivo de obstaculizar los envíos de armas a Ucrania.

Los servicios de Inteligencia interior alemanes consideran a la AfD –en la actualidad segunda fuerza en Alemania en intención de voto según las encuestas– un “importante actor” para la difusión de propaganda rusa en el país. Los miembros del partido pueden ser investigados y observados por espías de Interior en aquellos estados alemanes en los que la formación está catalogada como “sospechosa” de extremismo.

A nivel federal, AfD es considerada como “sospechosa” de ser extremista de derechas, al igual que su organización juvenil, la “Joven Alternativa para Alemania”; también en una decena de estados está clasificada como “sospechosa”, mientras que los de Sajonia-Anhalt y Turingia fue declarada “extremista”.