El Gobierno alemán no abandonará su actual política de refugiados, ha asegurado su portavoz, después de que el partido anti inmigración Alternativa para Alemania consiguiese una importante ventaja en las elecciones regionales celebradas este domingo.
Steffen Seibert se ha pronunciado ante la posibilidad de que los resultados en tres Estados alemanes -donde el apoyo conservador a la canciller Angela Merkel se ha visto mermado- pudiese conducir a un cambio de rumbo. “El Gobierno alemán persistirá en la política de refugiados con todas sus fuerzas, tanto a nivel nacional como en el extranjero”.
El AfD ha logrado representación parlamentaria en los tres landers que han celebrado comicios, logrando el 24% de los votos en el Estado de Sajonia-Anhalt y más del 10% en los de Baden-Württemberg y Renania-Palatinado. La Unión Cristianodemócrata (CDU) ha sufrido una drástica derrota en Baden-Württemberg -uno de sus tradicionales feudos desde la Segunda Guerra Mundial- y en Renania Palatinado, pero ha mantenido su liderazgo en Sajonia-Anhalt.
Los resultados han abierto dos opciones incompatibles para los políticos alemanes: reunirse en apoyo a su canciller o arremeter en su contra.
Castigo a la CDU y premio a su política migratoria
Aunque la AfD haya disfrutado de su momento de gloria, la mayoría de los votos se han dirigido a formaciones que apoyan la postura política de Merkel sobre los refugiados. En los tres Estados, sus correspondientes mandatarios han logrado mantener su puesto. En Baden-Württemberg y Renania, los candidatos verde y socialdemócrata (SPD) han conseguido un incremento en su respaldo después de apoyar firmemente la política de fronteras abiertas de la canciller.
Las elecciones rematan siete meses que han sido testigos de una progresiva polarización del debate público en torno a la posición de Merkel, con la entrada de más de un millón de refugiados en el país en el último año y la transformación de la eufórica bienvenida a los refugiados en la estación de tren de Munich en una creciente ola de indignación, especialmente después de que la pasada Nochevieja cientos de mujeres denunciaran haber sufrido agresiones sexuales y ataques en la ciudad de Colonia por hombres identificados como de origen africano y árabe.
El editor de política de Die Zeit, Bernd Ulrich, ha defendido en un artículo titulado Alemania mantiene la calma, que el voto de este domingo refleja “un profundo sentido de la autenticidad” al premiar a líderes estatales “carismáticos y modestos” como Winfried Kretschmann, de los Verdes, y Malu Dreyer, del SPD, y a la vez castigar a candidatos como Julia Klöckner de la CDU, que había actuado como una conspiradora haciendo campaña “junto a la canciller, pero en contra de sus políticas”.
“Dos tercios de los ciudadanos han optado por partidos que apoyan la relativamente liberal política de refugiados de Angela Merkel o que apuestan por una vía aún más liberal”, escribe Ulrich.
Evitar la deriva de extrema derecha
Kretschmann, jefe de Gobierno estatal de los verdes en Baden Württemberg, está recibiendo una atención especial. El veterano de 67 años ha impulsado al partido medioambiental hasta un histórico 30.3% en un land que representaba un baluarte conservador desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El secreto de su éxito radica en elaborar “una suplantación creíble del mandatario suabo de la CDU”, explica el redactor jefe adjunto del Zeit. El periódico Süddeutsche Zeitung alaba la “firme compostura” de este antiguo profesor de química en un ambiente político cada vez más polarizado.
El ascenso de la AfD, mientras tanto, altera el escenario político del país de forma significativa. El analista político del Spiegel, Sebastian Fischer, alerta de la “influencia austriaca” en Alemania. “En nuestro país vecino, los populistas de extrema derecha del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) han consolidado su posición durante años y ahora son una apuesta real en la carrera hacia la cancillería. El discurso político ha sido envenenado. Los socialdemócratas y la Unión Cristianodemócrata están condenados a permanecer en una eterna coalición, que a su vez es lo que la FPÖ ha estado esperando. Un círculo vicioso”.
El veterano redactor de política del Süddeutsche Zeitung, Heribert Prantl, escribió: “Lo verdaderamente destacable de la AfD es que ha vencido sin un líder real en sus filas. Siempre hemos sabido que la ideología xenófoba prevalece entre el 20% de la población de nuestro país, como en otros países europeos, donde los partidos de extrema derecha se han afianzado. Pero hasta ahora, la opinión predominante era la de que esta opción no podía triunfar sin un líder carismático. Ahora parece que ni siquiera esa figura hace falta”.
Traducción de Mónica Zas