ANÁLISIS

La aparición de la hija de Kim Jong-un desata especulaciones sobre su futuro en Corea del Norte

Tokio (Japón) —
27 de noviembre de 2022 22:00 h

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La cuidada imagen de Kim Jong-un como hombre del pueblo, dotado de armas nucleares, acabó por completarse hace diez días con la aparición sorpresa de su hija en el lanzamiento de un misil de largo alcance.

Las imágenes que mostraron a Kim de la mano de la joven eclipsaron el lanzamiento de prueba de un Hwasong-17, el mayor misil balístico intercontinental lanzado por el régimen hasta la fecha, y desataron las especulaciones sobre el futuro de la dinastía que gobierna Corea del Norte desde hace más de siete décadas.

¿Qué sabemos de la acompañante de Kim? ¿Hay algún fundamento en la hipótesis de que algún día podría suceder a su padre?

Agentes de la inteligencia surcoreana la identificaron como Ju Ae, que fue mencionada por primera vez por el exjugador de baloncesto estadounidense Dennis Rodman tras visitar a la familia Kim en 2013. Según la agencia de inteligencia de Corea del Sur, Ju Ae, de la que se rumorea que es la segunda de tres hijos —entre ellos, un chico y otra chica—, tiene unos 10 años. Otras fuentes dicen que tiene 12 o 13 años.

El fin de semana pasado, se la vio agarrada de la mano de su padre y acompañada por su madre, Ri Sol-ju, mientras el ICBM salía de su lugar de lanzamiento. Todo lo relacionado con su debut en público estaba cuidadosamente coreografiado, incluido su atuendo blanco, negro y rojo a juego con los colores del misil.

Una mujer como líder

Los medios de comunicación estatales dijeron que su aparición —la primera confirmación oficial de que Kim tiene hijos— subraya que la disuasión nuclear del régimen tiene como objetivo “proteger a los hijos” de un ataque estadounidense y describe el arsenal norcoreano como “monumentos que se transmitirán a los descendientes a lo largo de generaciones”.

Sin embargo, el énfasis de los medios de comunicación estatales en el simbolismo no ha servido para amortiguar las especulaciones de que Kim, que roza los 40 años y ha atravesado rachas de mala salud, está empezando a pensar en su sucesor.

Sin embargo, algunos analistas creen que las posibilidades de que las élites políticas norcoreanas acepten a una mujer como líder —por más que sea la bisnieta del fundador del país, Kim Il-sung— son remotas.

“Es improbable que alguna integrante femenina del clan Kim sea coronada para gobernar Corea del Norte”, dice Leonid Petrov, experto en Corea del Norte del International College of Management de Sidney. Si eso ocurriera, añade Petrov, la sucesora más probable sería la influyente hermana de Kim, Kim Yo-jong, quien la semana pasada amenazó a Estados Unidos diciendo que se enfrentaría a “una crisis de seguridad más fatal” si seguía presionando a la ONU para que condenara la reciente prueba de misiles balísticos intercontinentales del Corea del Norte.

“Si Kim Jong-un no tiene un sucesor masculino, eso dejaría abierta la posibilidad de que Kim Yo-jong heredara el papel más importante en el liderazgo norcoreano”, dice Petrov, quien agrega que es imposible confirmar cuántos hijos tiene.

“Sin embargo, creo que es más probable que a Kim le suceda un liderazgo colectivo, incorporando a algunas de sus parientes femeninas al círculo de los que toman las decisiones en aras de darles una mayor legitimidad”, dice. “Kim Jong-un todavía es relativamente joven, así que para proyectar su imagen de padre cariñoso y gobernante benévolo, llevó a su hija pequeña a hacerse una foto en el lugar de lanzamiento del ICBM”.

La salida sorpresa de Ju Ae debe verse como una demostración de la estabilidad y la continuidad en la que se apoya la dinastía Kim, según Soo Kim, una exanalista de la CIA que ahora trabaja en la Rand Corporation y dice que Kim podría tener más de un hijo. “Puede que no presente a Ju Ae como su heredera oficial, pero dado que ella, junto con sus hermanos varones, continuará el legado de Kim, tiene sentido que Kim presente a uno de sus hijos al público”.

“Desde el punto de vista de la sucesión, los hijos de Kim son todavía bastante jóvenes y —al menos para la opinión pública— probablemente no estén preparados aún para 'coger las riendas’ del país. Y teniendo en cuenta la edad de Kim, a pesar de sus problemas de salud, probablemente tampoco esté preparado para entregar las riendas a sus jóvenes hijos.”

Una sucesión a largo plazo

La cultura política profundamente patriarcal de Corea del Norte no descalifica automáticamente a las mujeres para convertirse en líderes, dice Michael Madden, director de North Korea Leadership Watch.

Salvo un problema de salud repentino que le lleve a la incapacidad o a la muerte, Kim tiene tiempo de sobra para decidir la identidad de los candidatos al liderazgo que comparten el llamado linaje familiar del Monte Paektu. Ya ha ascendido a su hermana a puestos de responsabilidad en el régimen y ha nombrado a Choe Son-hui, la primera mujer ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte.

“Si se trata de una sucesión hereditaria planificada a largo plazo, hay mucho tiempo para que el régimen cree las condiciones necesarias para que una sucesora mujer pueda asumir el poder”, dice Madden. “Esto se lograría construyendo una base de apoyo político entre las élites norcoreanas en todo el régimen y mediante los esfuerzos de publicidad y adoctrinamiento ideológico”.

El propio ascenso al poder de Kim Jong-un demostró que el régimen puede ser flexible a la hora de elegir un heredero. Kim Jong-nam, el hijo mayor de Kim Jong-il, cayó en desgracia en 2001 cuando fue detenido en el aeropuerto de Narita por intentar entrar en Japón con un pasaporte falso. Fue asesinado en 2017, presuntamente por orden de Kim Jong-un. El segundo hijo de Kim Jong-il, Kim Jong-chol, al parecer era considerado demasiado “afeminado” para ocupar una posición de liderazgo.

Según Soo Kim, la decisión de Kim de asociar a su hija con su programa de misiles balísticos estaba diseñada para enviar un mensaje, tanto al pueblo norcoreano como al resto del mundo: la Corea del Norte con armas nucleares está aquí para quedarse. “Kim Jong-un desea hacer saber que quienquiera que tenga que enfrentarse a Kim IV también tendrá que enfrentarse a los misiles y las armas nucleares”.

Traducción de Julián Cnochaert.